Nació en Posadas y es el mayor de cuatro hermanos. La infancia de Rá Abuin estuvo rodeada de campo y también de mucho deporte, ya que sus padres son profesores de Educación Física. Es por eso que las actividades siempre están presentes.
De niño se destacó en arte “porque me inclino a lo artístico: tomaba talleres de dibujo, pintura y me gustaba participar de los armados de carrozas”.
Al finalizar el secundario decidió mudarse a Buenos Aires “sin saber qué estudiar”, se inscribió en la carrera de medicina en la UBA y cursó por tres años. Hasta que se dió cuenta que “todo eso nada tenía que ver conmigo”.
Rá sentía que tenía que descubrirse “pero todavía no sabía cómo”. La búsqueda no fue sencilla, para nada. Abandonó los estudios y buscó trabajo. “Empecé como promotor: era uno de esos pibes vestidos de negro, bien elegante, repartiendo cartoncitos con fragancia de perfumes que me los sabía de pé a pá”, recuerda con orgullo y alegría, porque ese fue el empujón que lo llevó a encontrar su camino.
Para el artista, la fragancia de esos perfumes lo guiaron. Es que “me gustaba informarme sobre las composiciones y las publicidades de las marcas. Algo ahí me latía”. Fue tanto su interés que lo ascendieron a una de las perfumerías más importantes de Capital Federal, “donde me delegaban distintas tareas y cada vez más responsabilidades en cuanto al armado de las vidrieras y los stands. Había algo en la composición, los colores y las formas que naturalmente me salían y me encantaba ocuparme de todo eso. También de la organización de los eventos y reuniones, prácticamente era estar en todas. ¿Y por qué no?”.
Una tarde, al salir del trabajo se inscribió en la carrera de Producción de Moda y Comunicación Visual, en la Escuela Argentina de Moda (EAMODA).
Paralelamente, tomó talleres de fotografía y empezó sus propias producciones con amigas y amigos. “Todo este mundo de la producción me exigía más herramientas: realicé cursos de maquillaje, edición de imágenes gráficas, marketing digital, serigrafía y sublimado, corte y confección”.
Y fue en ese universo artístico se (re)encontró. “Me apasiona todo, crear y llevar a cabo un producto con un mensaje para quién lo está viendo como espectador. Creando y generando una fantasía, eso me apasiona”.
Intento romper con estereotipos instalados en la sociedad y generar, a través de la imagen, un lenguaje”.
Con los años sus trabajos empezaron a conocerse. Su estilo y personalidad lo llevaron a desempeñarse, principalmente, en campañas de belleza y moda como las de Revlon y Silkey. En esta última, trabajó como asistente de producción, armado, coordinación y organización de los desfiles que se realizan en el Hotel Hilton de Buenos Aires, donde asisten más de 20 mil personas año tras año. Y fue en ese trabajo donde conoció a Ingrid Grudke, con quien comenzó a trabajar y entablar una amistad.
Después de eso, “con Ingrid hicimos la campaña del Parque Nacional Talampaya, con una producción visual de fotos y videos, donde me encargué de la producción, maquillajes y peinados, estilismo de los distintos looks y de la composición de la imagen”, recordó durante la entrevista con Revista SextoSentido.
y después de esa campaña comenzó a producir a Ingrid: “maquillándola y asistiéndola para eventos, programas y fiestas nacionales, recorriendo el país. A fines del año pasado organizaron ‘Mate y Moda’ en Oberá, un desfile a beneficio de la Escuela N°2, donde me desempeñé como Productor Artístico Integral”.
La colorimetría en mis trabajos es un factor fundamental, busco siempre una línea”
Paralelamente, creó su propia marca de ropa a la que define con el nombre de Boga “que lejos de pensar en un pez de aguas dulces, este nombre refiere y representa lo no binario (sin género), buscando vestir así a todos a través de una sola prenda.
Y si bien en este momento permanece aislado, cumpliendo la cuarentena en Buenos Aires, el artista nos habló de sus proyectos. Desde su taller, nos contó que no deja de crear ropas y bolsos. También sigue tomando talleres de manera online y perfeccionándose en “todo lo que me gusta. Pero no tengo metas, ni sueños locos. Busco seguir actualizándome y perfeccionándome con disciplina, información, y con mucha auto-crítica, que eso es clave a la hora de querer evolucionar dentro de lo que cada uno quiere. Disfruto del día a día de la moda y las oportunidades que aparecen siempre son bienvenidas y desafíos que me invitan a crear y jugar. Mi sueño recurrente es volar”.
Hacer “click”
“Realicé mucha deconstrucción desde que me vine a vivir solo a Bs As, ese tiempo fue clave porque me permitió encontrarme y reconocerme, a partir de ahí comencé a pensar qué quería hacer y me encontré de grande, con 21 años y en un trabajo simple que me hizo darme cuenta de lo que realmente quería. Creo que ese fue el momento del ‘click’”.
Ya consagrado como productor de moda, Rá nos revela lo que más disfruta cuando trabaja: “me apasiona involucrarme en todo el proceso que lleva la elaboración de cada una de mis piezas. Desenvolviéndome en el armado y desarrollo de la preproducción, producción y postproducción”.
Por
Susana Breska Sisterna
Lic. En Comunicación Social
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