A más de un mes y medio del cierre de fronteras por el COVID-19, son 70 los misioneros que permanecen en la zona del departamento Itapúa (Paraguay) y tramitaron ante el Consulado argentino el permiso correspondiente para reingresar a través del puente San Roque González de Santa Cruz que une Posadas con Encarnación.
Justamente el martes partieron desde esa ciudad paraguaya dos colectivos con argentinos que reingresaron a Argentina vía Clorinda (Formosa) y tras cambiar de transporte fueron llevados directamente a Buenos Aires, donde deberán cumplir con la cuarentena obligatoria.
El cónsul argentino, Ricardo Zuberbühler, en diálogo con FM Itapúa de Encarnación, recordó al respecto que “la frontera con Posadas, está cerrada y nadie puede cruzar por el puente San Roque González, entonces los saco por donde puedo y ese lugar es Formosa”.
Más adelante, el cónsul señaló que está trabajando a pleno con los pedidos de los argentinos que pretenden volver al país y “en este plazo me autorizó Cancillería a sacar a 100 personas. El fin de semana último fueron 150 más en autos privados, que el viernes alrededor de las 21 nos notificaron que el sábado a la mañana ya podían pasar”.
“Fue una movida intensa para avisar a esa gente, aunque después mantuvieron abierto el paso el domingo. Deben quedar unos quince autos por sacar, es decir, unas 50 personas más”, agregó.
Zuberbühler también se refirió a los misioneros que se encuentran del lado paraguayo y que se inscribieron para retornar a la tierra colorada: “Son unas 70 personas. Estamos trabajando con el Gobierno de Misiones, el Ministerio de Salud y el Ministerio del Interior, todos con muy buena predisposición, porque la idea es que crucen por el puente San Roque González, porque tienen el domicilio en Misiones, pero habrá que esperar que se defina eso porque el paso está cerrado”, apuntó.
Además, hay otras 40 personas que deben volver a Buenos Aires pero están en lugares de difícil acceso.
Consultado si así se terminaría la cantidad de repatriados argentinos desde Paraguay, Zuberbühler reconoció que “es difícil asegurar eso, porque hace un mes yo tenía una lista con 30 personas y ahora son 360. Las listas crecen mucho de un día para el otro”.