Camino a los dos meses de la implementación del aislamiento social, preventivo y obligatorio, el presidente de la Nación Alberto Fernández dio una nueva conferencia de prensa en la que dejó en claro su panorama epidemiológico: una cosa es lo que ocurre en provincias menos urbanizadas y otra más complicada con la pandemia del COVID-19 en la provincia y la ciudad de Buenos Aires.
Por esta razón, desde mañana, habrá mayor flexibilización (la denominada Fase 4) en la cuarentena, que permitirá la reapertura de varios rubros más del comercio misionero. No serán todos, de hecho hay sectores como el turismo y la hotelería, gimnasios, restaurantes y bares, entre otros que no podrán volver a trabajar.
Ahora, ¿todos los nuevos exceptuados del aislamiento podrán abrir?
Desde este 10 de mayo veremos quién sobrevivió a los más de 50 días de paralización de actividades, especialmente entre las pequeñas y medianas empresas que -sin recibir ayuda de algún tipo- se endeudaron y no tienen capacidad para seguir.
Esos fueron los excluidos, en un enorme porcentaje, a los que el Estado no los atendió a pesar de los numerosos anuncios y publicidades de planes y programas. Privados generadores de empleo a los que obligaron a cerrar, en línea con la preservación de la salud de la población ante el COVID-19, sin ningún salvataje más que el “rojo” en cuenta corriente bancaria al 80% de interés o los créditos que ofreció el mercado en un porcentaje de pago similar.
Para quienes miran con recelo y de reojo la crítica, no pueden entender que se trata de una cadena. El comercio no trabaja, no percibe ingresos y, a su vez, no paga compromisos. Se endeuda estando paralizado para pagar sueldos, servicios e impuestos. Un mes aguanta, al siguiente ya no y despide o suspende personal. Sigue sin ayuda y no soporta el ahogo financiero: cierra. Entonces, no dará más empleo, no aportará a la economía de Misiones ni impuestos, no pagará las deudas acumuladas que, también, será causal de la misma cadena de problemas con sus acreedores, con mayor impacto si éstos también estuvieron excluidos de los planes oficiales.
Todo ello, tal vez, por efecto de un funcionario que desde el centralismo del Gobierno, no supo ver las consecuencias y decidió excluir empresas en este difícil momento, que los especialistas en economía aseguran que superó a las últimas crisis conocidas hasta el presente.
Últimos datos
La Confederación Económica de Misiones dio a conocer ayer resultados de su encuesta entre las Cámaras empresarias y productivas asociadas. Hasta el 8 de mayo estaba paralizada el 59,5% de la actividad.
Llegada la fecha de pago de los salarios del mes de abril, nuevamente se observó que más de la mitad los pudo afrontar parcialmente o no lo logró de ninguna forma, dejando al descubierto el fuerte impacto de la exclusión de las medidas oficiales en la tierra colorada.
Así, la CEM indicó que el 49,1% de los empresarios los pudo afrontar de manera parcial; el 18,1% restante no pudo afrontarlos; mientras que el 32,8% los realizó en su totalidad.
Una de las líneas más promocionadas por la Casa Rosada, fue la de créditos al 24% con tres meses de gracia para el pago de salarios, inversiones en equipamiento, entre otros fines a los que la Nación subsidiaba la tasa y la Provincia ponía de garantía su coparticipación para quienes no reunían los requisitos.
De acuerdo al relevamiento de la Confederación misionera, el 77,5% de los encuestados no tuvieron acceso a las líneas bancarias instrumentadas por los Gobiernos nacional y provincial.
El 40% de las empresas declaró no poder cumplir con los requisitos de su banco: otro 32% no se encontraba en condiciones de asumir un crédito a la tasa propuesta y un 18% a ninguna tasa; mientras que el 10% restante desconocía la existencia del plan oficial.
Entre las preguntas, hicieron una específica sobre qué medida necesitan para que impacte positivamente en su empresa. Un 52% requirió beneficios impositivos; un 30% subsidios directos; mientras que un 18% un diferimiento de impuestos.
Finalmente, la encuesta preguntó si las empresas participantes tienen reservas financieras y cuánto tiempo estimaban los gerenciadores que les podían durar en este contexto de ampliación de la cuarentena, aunque de modo más flexible.
Un 50,4 % aseguró que no cuenta con dichas reservas; el 35% que tiene recursos disponibles estimó que le durarán 30 días mientras que un 13% dijo que serán por menos de 30 días. Solamente el 1,6% respondió que cuenta con recursos para más de 30 días.
Error con la deuda
El presidente Alberto Fernández tuvo antes de asumir varias opciones para sumar a su Gabinete, en un área tan sensible para los tiempos posteriores como es la economía. Ni siquiera entonces se esperaba semejante golpe de la pandemia de COVID-19.
Finalmente los Fernández hicieron jurar al economista Martín Guzmán (con amplios pergaminos académicos teóricos de formación), presentado como “la salvación” que iría a enmendar el desastre dejado por los cuatro años de Mauricio Macri y sus tantos ministros que profundizaron el problema.
A Guzmán (sin experiencia de gestión ni en la ingeniería financiera) lo rodearon de expertos con mucho “mundo financiero” encima pero, con el correr de los pocos días de Gobierno, los fue descartando a medida que el Presidente le confió las decisiones.
Una de ellas fue la negociación de una deuda impagable por donde se la mire, arrastrada de muchos años pero seriamente abultada por Macri no solamente con el FMI sino con la emisión de un festival de bonos que -tarde o temprano- el país iba a tener que pagar o renegociar para no entrar en default.
Martín Guzmán convenció a Fernández de no renegociar de inmediato (enero o febrero) y llegó la pandemia. El mundo se paralizó. El titular de Economía consiguió respaldo para, en medio de ese contexto adverso, se hiciera una oferta calificada como “agresiva” a los bonistas. Incluso, sin necesidad, hasta se les puso plazo de adhesión y firma, pensando que los acreedores estaban “desesperados” y sin poder vivir, al punto de ir a firmar en masa.
Resultado de semejante error al que Guzmán arrastró a Fernández: los grandes grupos de tenedores de bonos le dijeron “no” en masa y son ahora los que mandaron una contrapropuesta para que Argentina no caiga en default.
Ayer, ambos funcionarios decidieron “extender” el plazo para la presentación de nuevas ofertas hasta el lunes, sabiendo que BlackRock, Fidelity y otros bonistas lograron torcer el brazo al Ministro en la cuenta regresiva antes de entrar el país en cesación de pagos.
Ya se habla de reemplazos, del alto costo que significaría para el Gobierno nacional que los acreedores eleven las exigencias de las que, difícilmente, se puedan rechazar de manera “agresiva” como le gustó a Guzmán plantear la negociación. Trascendió que en la última reunión entre CFK y el Presidente, la primera demandó un cambio de resultados en la gestión y hasta de personas para llevarlas a cabo.
No es lo mismo la imagen de un Presidente que la de un sector de la política que trabaja para varios mandatos en adelante; y que conoce el impacto en las urnas de los errores que se cometen.
Las noticias falsas
Con el correr de estos más de 50 días de aislamiento, fueron quedando claras las noticias falsas que -por error o interés- se intentaron instalar desde las redes sociales como, también, desde medios de comunicación no tradicionales. El rol del periodismo fue clave para ayudar a no entrar en pánico ante el miedo que generó el COVID-19 y la falta de medicación y vacunas.
Así, la tecnología fue mostrando su lado positivo y el negativo de su uso. Como muchas otras herramientas, si se utilizan con fines productivos son más que importantes; mientras que su mala implementación sólo genera problemas. Para entender el impacto, se puede referir el buen uso de la tecnología para la educación sin aulas físicas. De hecho, el titular de la Legislatura, Carlos Rovira, confirmó el pasado jueves que “Esto ha hecho que nos hayan convocado desde la Nación, el Presidente y el Ministro de Educación, para que aportemos en la elaboración de la Ley marco nacional que permita la primera Ley Nacional de Educación Disruptiva, de la educación digital, y todo lo que hemos sancionado aquí en la provincia de Misiones, con el antecedente y con los fundamentos hechos aquí en la tierra colorada”.
A propósito de las fake news, el legislador sostuvo que “Hay mucha información que no es conocimiento y hay mucha información que se genera con objetivos políticos o comerciales”. Pidió a la gente que haga “un tratamiento democrático tranquilo, ciudadano” de todo lo que recibe y haga su propio filtro, revisando la veracidad antes de compartir.
“Hoy felizmente hay métodos y hay dispositivos para saber, yo sé quiénes generaron lo que a mí me tocó, pero no lo hice ni público ni menos lo hago ahora porque hoy se sabe quiénes son los generadores con medios tecnológicos”, remarcó.
Así, varias instituciones fueron implementando sistemas que agilizan y previenen el contagio de coronavirus: el Poder Judicial que hizo hasta un juicio en el fuero Correccional; el Legislativo con las reuniones de comisiones y la primera sesión online; las continuas reuniones en el Ejecutivo que reemplazaron a varias audiencias.
En el otro extremo queda la difamación contra personas. Lamentablemente, las noticias falsas también dejaron víctimas cuyas heridas difícilmente se borren con facilidad.