El secuestro de los estupefacientes comenzó con un dato de inteligencia que llegó a oídos de efectivos de la División Estadual de Narcóticos (DENARC). Los investigadores supieron que los narcotraficantes iban a transportar una gran cantidad de droga por el medio de la ciudad de Foz de Iguazú.
Vestidos de civil y con móviles sin identificación montaron puestos de vigilancia sobre la avenida República Argentina. En esa vía fueron identificados dos vehículos. Uno “abría camino” mientras que el segundo llevaba la carga. La Policía se puso a la par y los intimaron a que se detuvieran.
Los delincuentes no acataron la orden y comenzaron a huir a toda velocidad. No llegaron muy lejos dado que a las pocas cuadras el chofer del rodado que llevaba la droga perdió el control e impactó contra una jirafa lumínica.
Los panes de cannabis quedaron regados en la avenida. Los paquetes tenían la particularidad de tener tres franjas con colores verde, blanco y rojo. De forma inmediata los ocupantes de la camioneta fueron reducidos y no hubo intercambio de disparos. Muy cerca de allí también fue interceptado el otro automóvil y detenido su conductor.
La operación prosiguió en una residencia donde la carga había sido “enfriada” a la espera del momento justo para moverla. Allí secuestraron 1.300 kilogramos, lo cuales sumados a lo que transportaba la camioneta sumó un total de 1.800 kilos de marihuana. Los policías secuestraron además una bolsa con cocaína la cual alcanzó un peso de 23 kilos.
Fuente: Medios Digitales