Uno de los cuatro detenidos por el crimen del colono Rodolfo “Rudy” Weber (61) en Santiago de Liniers confesó ayer haber sido el autor del hecho, según las fuentes.
Fue ante el juez de Instrucción 1 de Eldorado, Roberto Horacio Saldaña, quien lo imputó por “homicidio criminis causae” y ordenó que permanezca tras las rejas hasta que se resuelva su situación procesal.
En ese sentido se supo que fue uno de los primeros contactos del magistrado con el expediente y con uno de los acusados, teniendo en cuenta que la muerte del trabajador rural fue instruida hasta finales de abril por el juez subrogante, Martín Brites (de Puerto Iguazú).
“Rudy” Weber fue asesinado de tres disparos en la cabeza, el pasado lunes 23 de marzo en una de sus chacras de Santiago de Liniers, a unos 30 kilómetros de Eldorado.
Luego de la captura de los sospechosos, y tal como publicó PRIMERA EDICIÓN, hubo indagatorias ante Brites, donde uno de ellos dio a entender en su declaración que “había escuchado una detonación, pero que no vio quien lo había efectuado”.
Finalmente y tal vez al verse cercado por pruebas y por ese testimonio fue que el ahora asesino confeso pidió ampliar su indagatoria y efectivamente ahora ratificó que fue él quien apretó el gatillo.
“Disputa de vieja data”
El primero de los acusados en declarar en su momento cargó además contra su compañero y habría dicho que “el responsable de disparar tenía una disputa de vieja data con la víctima”.
Si bien en esa primera indagatoria los cuatro recibieron la misma imputación provisoria, “homicidio criminis causae”, fuentes del caso señalaron que ahora solamente recaerá sobre el sospechoso que confesó. Los otros tres serían imputados por “presunto abigeato” y podrían recuperar la libertad en las próximas horas.
Conmoción
Un hijo del agricultor fue quien aquel lunes 23 de marzo reportó el hallazgo del cuerpo, minutos antes de las 20. Los restos de un ternero con evidentes signos de haber sido faenado abonaron la hipótesis, desde el principio de la investigación, de que todo apuntaba a criminales dedicados al cuatrerismo.
Incluso se manejó como móvil del hecho de que Weber reconoció a uno o más de los que estaban matando a sus animales y fue allí que decidieron asesinarlo. Quitarle la vida para que no los delate, es decir, tapar un delito con un homicidio, lo que en el Código Penal está tipificado como “criminis causae”.
Apenas 72 horas después del hecho fueron detenidos los cuatro sospechosos. No estaban muy lejos, eran peones en una propiedad vecina.
Fuentes de la investigación precisaron que en su relato, el imputado que habría confesado haber estado presente en el hecho habría dicho que “esa noche fueron a faenar vacas ajenas en el campo de Weber”, y que en esas circunstancias uno de ellos -eran cuatro en total de acuerdo a la investigación- se alejó unos metros cuando vio llegar al propietario de los animales.
Luego el acusado habría asegurado que “escuchó detonaciones similares a balazos” y que cuando el presunto cómplice regresó le habría dicho al grupo que mató al colono porque “lo tenía podrido”, agregó una fuente. Ahora el autor habría ratificado que había efectivamente “una vieja disputa” con la víctima.
La ausencia de lesiones defensivas confirmó que “Rudy” no tuvo tiempo de defenderse de su asesino, quien lo mató a sangre fría y con disparos a corta distancia.