El caso que se investiga como “femicidio” saltó a la luz durante la tarde y noche del jueves cuando el magistrado ordenó que se allane la aldea mbya mencionada.
La denuncia que inició la investigación la realizó el padrastro de la víctima, que el lunes (13 de abril) se presentó en la comisaría Primera de San Vicente alarmado porque la hija de su concubina, a quien identificó como María Solange Diniz Rabela de 24 años, había muerto y su pareja de 36, cacique de Taruma Poty en el paraje Tambor de Tacuarí (altura del kilómetro 1274 de la ruta nacional 14) acarreaba antecedentes de episodios violentos con ella como víctima directa.
La preocupación no era poca, ya que lo único que estos familiares sabían era que había fallecido y la habían enterrado sin poder verla.
Con la intervención de efectivos de la división Investigaciones de la Unidad Regional VIII se recolectaron testimonios entre los integrantes de la comunidad mencionada y ninguno de ellos alejaba la sospecha de un crimen violento.
El juez de Instrucción 3 de San Vicente ordenó el jueves por la tarde el procedimiento en Taruma Poty, donde residen alrededor de veinte personas.
En la vivienda del cacique conocido como “Claudio”, se secuestraron un serrucho con manchas presuntas de sangre, dos frazadas y un retazo de tela con rastros similares.
En un sector de monte, a 200 metros de la precaria vivienda, se halló una cama de madera quemada casi por completo y restos óseos, a un costado se descubrió un pozo en el que al ser abierto se encontraron más huesos quemados. Todo esto fue separado y puesto en cadena de custodia para que en la Morgue Judicial de Posadas se realice la autopsia.
Según fuentes consultadas, el cacique habría relatado que la joven murió el domingo (12 de abril) por la noche y a causa de un cuadro de coronavirus. Y que ante esta situación decidió quemar el cuerpo y sepultarlo.
Con esta polémica versión y la evidencia hallada, el juez Casco ordenó la detención inmediata del sospechoso y el inicio del expediente bajo la carátula de “femicidio”.