Tras pagar una fianza de más de un millón y medio de dólares, el brasilero Ronaldinho pasa sus horas bajo prisión domiciliaria en un lujoso hotel de Asunción. Y desde allí, volvió ser noticia: el exjugador del Barcelona pidió a los empleados que le armen una canchita de fútbol en uno de los salones del edificio.
La idea del player es despuntar el vicio junto a su hermano, quien está alojado allí bajo su misma condición. Al respecto, el jugador gaúcho y su pariente son los dos únicos huéspedes que tiene el hotel, en razón de la pandemia de coronavirus que también afecta al Paraguay.
Por la cuarentena del coronavirus, los brasileños son los únicos huéspedes de este lujoso hotel de la capital paraguaya. Una habitación básica cuesta entre 80 y 90 dólares la noche. El exBarcelona se ubica en el primer piso, adonde está la suite presidencial.
“El Viernes Santo almorcé con los hermanos; también el cónsul brasileño. Ronaldinho no pierde el humor y alterna sus conversaciones con chistes”, contó el gerente del hotel, Emilio Yegros. Los Assis de Moreira pueden recibir todas las visitas que quieran, siempre y cuando cumplan con el protocolo preventivo contra el Covid-19 dictadas por el gobierno de Paraguay.
El hotel no tiene cancha de fútbol, un beneficio del que sí gozaba Ronaldinho en la Asociación Especializada de la Policía, donde permaneció apresado más de un mes tras ingresar al país con pasaportes falsos. Por eso, el astro solicitó la cancha. “Ayer le trajeron una pelota reglamentaria. Le habilitamos un salón de unos 30 metros por 15 para sus picaditos”, dijo Yegros.