Los trabajadores de la economía popular redoblan sus esfuerzos para mantener a los mercados abastecidos de frutas, verduras, hortalizas; entre otros.
Sin embargo, en este tiempo de aislamiento social, preventivo y obligatorio muchos se enfrentan a situaciones complicadas para desarrollar la actividad.
Es por esto, que desde los distintos movimientos desarrollan una estrategia de entrega, ya sea casa por casa o pueblo a pueblo, para que la sociedad pueda cumplir con la cuarentena, pero también alimentarse con productos saludables.
Además, de que el precio sea justo tanto para los productores como para los consumidores.
“Cuando todo parece parado durante la cuarentena los trabajadores de la agricultura familiar siguen produciendo los alimentos para el pueblo”, expuso Lautaro Leveratto, coordinador nacional del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) rama Rural.
“En este marco de coronavirus es una tarea principal de producción y abastecimiento de alimentos”, aseguró.
Asimismo, dijo que “la agricultura familiar -en este contexto- pone aún más el cuerpo. Por lo cual, se debe destacar la generación de empleo que crea este sector que alcanza los cientos de miles en el país”.
En este punto, señaló que “se calcula que entre el 65% y el 70% de los alimentos que consumimos son producidos por los pequeños productores y la agricultura familiar”.
Otro rol fundamental que cumple este sector durante la pandemia “es el abastecimiento puerta a puerta o pueblo a pueblo. En las últimas semanas se entregaron miles de bolsones de verduras priorizando la población de riesgo, pero también las familias con restricción de circulación”, remarcó Leveratto en una charla virtual a través de las redes sociales del movimiento.
Enfatizó que “las organizaciones de la agricultura familiar y las comercializadoras de consumo responsable tienen un rol muy importante de bolsones de todo tipo. Pero, todavía falta fortalecer y para eso se necesita al Estado”.
Por otro lado, nombró que otro papel importante que juega la agricultura familiar es la generación de precios.
“En las últimas semanas vimos como los intermediarios de siempre mostraron los dientes y empezaron a especular con los precios para obtener beneficios excesivos y desproporcionado a lo que ganan las familias agricultoras”, indicó.
En este contexto, deslizó que “no puede ser que el libre mercado regule los precios de los alimentos y que se beneficien por sobre los agricultores, que en muchos casos viven en situaciones precarias.
Además, los trabajadores ven afectados gran parte de su salario debido a esta situación”.
Censo agropecuario 2018
En otro punto, Leveratto analizó los datos que arrojó el Censo Agropecuario 2018, ya que el informe refleja qué está pasando con la producción y la tierra en el país.
Sostuvo que “el censo muestra que en los últimos 16 años, unas 90 mil familias de agricultores fueron desplazadas a la ciudad”.
Además, agregó que “si analizamos desde los años 60 hasta 2018, el censo nos dice que el 50% de los pequeños agricultores fue desplazado del campo a la ciudad”.
Subrayó que “vemos que ese sector que abastece con el 70% de los alimentos a la sociedad está siendo excluido del campo y de la posibilidad de producir alimentos; a parte de una cuestión cultural y productiva donde este sector que desarrolla las economías regionales es desplazado de los medios de producción”.
En consecuencia, manifestó que “muchas veces van a parar a los grandes cordones de pobreza de la ciudad”.
A la vez, mencionó que “hay otro índice asociado a la exclusión de los pequeños agricultores el cual muestra que creció la tenencia de tierra en Argentina”.
Es así que ejemplificó que “se pasó de las 406 hectáreas a las 608 hectáreas en promedio de los productores que están en el campo. Lo que muestra ese desplazamiento de las familias agricultoras hace que la tierra se concentre en menos manos”.
Afirmó que “esto genera que el 1,5% de los productores lleguen a tener el 35% la tierra. Este dato es muy duro, ya que muestra qué está pasando con la tierra y la producción”.
De este modo, manifestó que “la agricultura familiar frente a esa concentración de la tierra propuso modelos y el abastecimiento a diferentes instituciones como ser hospitales o escuelas. Propone ser el sector que abastezca al Estado de alimentos”.
Además, comentó que “se debe discutir por una reforma agraria en el país. No se puede seguir generando estos índices que nos muestra el censo agropecuario donde nota la expulsión permanente de las familias campesinas, los pueblos originarios y los agricultores del sistema productivo hacia la concentración de producciones vinculadas a las exportaciones”.
Por lo cual, sentenció que “es el momento de discutir cómo hacer para revertir esa tendencia y eso sucederá con el acceso a la tierra de estas familias agricultores, que son los que además de llevar jornadas extendidas de trabajo producen los miles y miles de toneladas que consumimos como sociedad”.
“La cuestión productiva debe ser una política de Estado”, concluyó.