La llama llegó a la mencionada ciudad de la prefectura de Miyagi luego de haber tocado tierra japonesa el viernes, en un vuelo especial que salió desde Grecia y aterrizó en Matsushima, en el noroeste del país asiático.
La antorcha fue encendida en una modesta ceremonia de traspaso a puertas cerradas en el Estadio Panathinaiko de Atenas.
En Sendai, hubo filas de una extensión de 500 metros, donde muchas de las personas utilizaban barbijos, con el objetivo de fotografiarse junto al pebetero olímpico.
Según publicó la prensa japonesa, los organizadores del evento evalúan suspender la actividad si se repiten reuniones multitudinarias de esa magnitud.
Es que la prevención para la propagación del coronavirus obliga a permanecer distanciados al menos con dos metros y evitar las concentraciones multitudinarias.
La llama olímpica fue encendida en una ceremonia también a puertas cerradas el pasado 12 de marzo en la ciudad griega de Olimpia y un día después el Comité Olímpico heleno decidió suspender el tramo del relevo en el país para evitar aglomeraciones y contagios del coronavirus que está afectando al mundo.
Tras su llegada a Japón, la antorcha será expuesta al público durante una semana en varias de las localidades del noreste del país antes de comenzar un relevo de 121 días durante el que el comité organizador pidió al público que se abstenga de aglomerarse para verla.
Noticias Argentinas.