“La idea es que los objetos del futuro se cultiven en vez de manufacturarse”, dice Verónica Bergottini, la genetista que creó el biomaterial Tilex, similar al cuero, pero generado con microorganismos de la yerba mate.
Con ese textil pueden confeccionarse prendas y accesorios que luego vuelven a la tierra sin convertirse en basura, porque se degradan a la misma velocidad que el resto de los residuos orgánicos.
Bergottini nació en la localidad de Eldorado y creció rodeada de cultivos de yerba mate y selva misionera. Desde chica participó de ferias de ciencias investigando la revalorización de residuos agroindustriales de su provincia y la conservación del ecosistema.
Se recibió luego de licenciada en Genética en la Universidad Nacional de Misiones. Investigó durante años el potencial biotecnológico de los microorganismos de la yerba mate, tema con el que obtuvo su doctorado en la Universidad de Neuchâtel, en Suiza.
La científica utiliza un preparado de yerba mate para cultivar los microorganismos que sintetizan el biomaterial y por eso bautizó a su creación Tilex: Tela de Ilex paraguariensis, el nombre científico de la planta de yerba mate.
Ya de vuelta en el país e instalada en Buenos Aires, la científica de 35 años descubrió en un curso de diseño de autor que realizaba como pasatiempo que la biotecnología estaba revolucionando el mundo de la moda. “Empecé a experimentar con este biomaterial, que tiene una textura similar al papel o al cuero y a explorar sus posibles aplicaciones en el diseño sustentable. Así surge Karu Biodiseño como resultado de mi recorrido profesional entre la investigación científica y mi faceta más artística”, cuenta Bergottini.
La científica lanzará su primera cápsula comercial en junio, que será de accesorios y marroquinería, pero tiene prototipado también prendas como faldas y tops. Sus creaciones tienen un ciclo de vida que puede variar entre nueve meses y un año, de acuerdo al uso y cuidado que se le dé. “Estoy investigando para incrementar su tiempo de vida”, apunta.
Su creación está todavía en etapa de investigación y desarrollo, pero ya recibió el reconocimiento de la academia Parson’s Design School de Nueva York, la revista Vogue Italia, el Tech Fashion Week de Nueva York y la marca Karu Biodiseño fue seleccionada como Embajadora de los Emprendimientos Sustentables del Ministerio de Ambiente de la Nación.
“El concepto de la economía circular surge como respuesta a la economía lineal de usar y tirar, que es el sistema actual de producción y consumo cada vez más insostenible”, explica Bergottini.
“Tiene como principio la reutilización de los residuos generados por las industrias y la reducción de los recursos necesarios para su producción, con el fin de generar un círculo virtuoso que promueva una economía más sostenible y respetuosa con el medio ambiente”.
Para la emprendedora, hay cada vez más interés por los biomateriales, lo que le permite ser optimista sobre la demanda futura de sus productos. “Cada vez más estamos eligiendo marcas con un fuerte compromiso ambiental y social. Los biomateriales sin duda van a ser la norma en el diseño del futuro”, aseguró en una entrevista con el diario La Nación.
Biotextiles, la tendencia
La creación de nuevos materiales que representen una alternativa para confeccionar prendas y accesorios es un capítulo central en el cambio de paradigma que transita la industria de la moda. La fusión de biología, tecnología y diseño ya es un hecho y de esa tríada nacen los denominados textiles biofabricados.
El concepto de la biofabricación propone que organismos vivos (bacterias, hongos y levaduras, entre otros) funcionen como si fuesen fábricas de fibras textiles. Fermentados y cultivados en un laboratorio, pueden ser modificados genéticamente o no.
La doctora en biología Verónica Bergottini, cultiva bacterias para realizar apliques de nanocelulosa. El diseñador industrial chubutense Silvio Tinello produce aglomerado fúngico para hacer suela de zapatos.
La diseñadora eslovena Tina Gorjanc desarrolla un proceso para crear cuero a partir del ADN de Alexander McQueen, fallecido en 2010. Son algunas investigaciones que podrían transformar el mundo textil.