La crisis económica a nivel nacional golpeó duramente sobre diversos sectores durante el año pasado, y el sector comercial fue uno de los más afectados, principalmente por la disminución de las ventas ante la pérdida del poder adquisitivo y el incremento de los costos generales.
En Posadas, al igual que en diferentes puntos del país, las presiones obligaron a una gran cantidad de comercios a cerrar su actividad definitivamente.
De esa manera, el presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Posadas (CCIP), Carlos María Beigbeder, remarcó que durante el 2019 bajaron las persianas y dejaron de atender al público alrededor de 600 negocios en la capital provincial, aunque aclaró que el número se eleva mucho más si se tiene en cuenta a aquellos comerciantes que optaron por no realizar los trámites correspondientes para informar el cierre. En este punto, opinó que el sistema burocrático pone trabas al emprendedor tanto en el deseo de abrir un local como en la obligación de tener que cerrarlo.
Así, en diálogo con “Primera Plana” por FM 89.3 de las Misiones, Beigbeder, remarcó que durante el 2019 en Posadas cerraron “alrededor de 600 locales. Pero en ese número solamente se tiene en cuenta a los que definitivamente fueron a la Municipalidad y presentaron sus papeles de cierre. Muchas veces sucede que cuando se cierra un negocio y hay que despedir gente, la situación y el ánimo no son favorables, trae una carga emocional muy fuerte tener que despedir, dar de baja, cerrar e ir a la Municipalidad a decir que uno fracasó y cerró el negocio. Entonces, algunos comerciantes bajan las persianas, pagan algunas cuentas y listo, no informan el cierre. Esos son los que no aparecen en las estadísticas ni figuran en los papeles”.
“Argentina es una máquina de impedir, porque complican al comerciante tanto para abrir un negocio como para cerrarlo. Y nadie cierra un negocio porque tenga ganas, sino que la situación empuja a eso, pero hay que llevar una carpeta interminable de papeles y encima pagar. Pese a que te fue mal y perdiste plata en un ejercicio igual tenés que pagar. Es una cosa de locos”, cuestionó.
Consultado sobre la costumbre del sector gubernamental de contraponer las cifras de los comercios que cierran, en un período de tiempo, con la cantidad de aperturas de locales, Beigbeder remarcó que “la Municipalidad se encargó de difundir así una mentira. Porque una cosa es ir a presentar los papeles para hacer los trámites de inscripción y abrir realmente un negocio, y otra cosa es que un comercio ya estaba abierto hace tiempo y el dueño realiza el procedimiento de formalizarlo porque recibió una inspección”.
“Está muy bien que todos los comercios se formalicen, pero a eso no se lo puede considerar como nuevas aperturas en las estadísticas formales. Es verso que hay mayor cantidad de negocios que se abren, por sobre los que cierran”, consideró.