La Municipalidad de Puerto Rico busca crear su propia planta de generación de biodiésel con el que abastecer al parque vial local. Funcionaría con aceite vegetal y con el aceite usado para frituras y posteriormente recuperado de los restaurantes.
Tendría una capacidad de producción de 4.000 litros por día y, según los técnicos de la Comuna, en un año amortizará su valor, además de pasar a funcionar con un sistema amigable con la naturaleza.
Enmarcada en el programa “Eco Puerto Rico”, de la Dirección de la Producción, Agro y Medio Ambiente, esta iniciativa busca generar un impacto fuerte en la economía local y en el cuidado medioambiental, pasando de un uso altamente contaminante a uno sustentable.
“Estamos trabajando para llevar a Puerto Rico a ser una ciudad sustentable y amigable con el medio ambiente, por eso estamos haciendo desde pequeñas cosas hasta iniciativas importantes como ésta”, explicó a PRIMERA EDICIÓN el director del área, Jonatan Vega.
Llamado a licitación
La empresa Agroingeniería Tecnología Sustentable SRL cotizó un presupuesto total de 8.520.998,45 pesos y presentó toda la documentación requerida en los pliegos del llamado a licitación, para la adquisición del equipamiento necesario para el montaje de la planta de biodiésel, combustible con el que la municipalidad busca autoabastecer a su parque vial.
El único sobre presentado fue el de esta empresa cordobesa y ahora la documentación fue remitida a la comisión de preadjudicación, a los efectos de que analicen la oferta, para luego dictaminar sobre la posibilidad de adjudicarle o no el proyecto.
Método novedoso
En cuanto a los aspectos técnicos, se trata de un método nuevo para la generación de biodiésel mediante la utilización de ultrasonido que consta de unos recipientes de acero inoxidable en los que se ingresa el aceite vegetal y mediante un intercambiador de calor, se eleva a 60 grados la temperatura con un aditivo que le da polaridad y separa en dos los productos: una base y un sobrante. A esa base se le agrega un aditivo que genera el biodiésel.
“Es un método muy sencillo y amigable con el ambiente porque no se utilizan calderas ni presiones. Se trabaja a 60 grados de temperatura, lo que reduce en un 90% la contaminación comparado con el combustible convencional. No tiene azufre, no emana tóxicos y si se derrama, el transporte no tiene ningún riesgo y la degradabilidad es de tres semanas. Aunque lo más importante es que con la instalación de esta planta seremos eficientes en lo presupuestario, porque significará para el municipio un ahorro anual de 7.200.000 pesos en combustible para el parque vial”, detalló Vega.