“Mirando hacia atrás”, la siberiana considera que el tenis ha sido su “montaña”. “Mi camino se ha llenado de valles y desvíos, pero las vistas desde la cima fueron increíbles. Sin embargo, después de 28 años y cinco títulos de Grand Slam, estoy lista para escalar otra montaña, para competir en un tipo diferente de terreno”, dijo Sharapova, sin especificar a qué se dedicará a partir de ahora.
Sharapova abandona el tenis siendo consciente de que lo añorará “todos los días“. “Al dar mi vida al tenis, el tenis me dio una vida. Lo extrañaré todos los días. Echaré de menos el entrenamiento y mi rutina diaria: despertarme al amanecer, atar mi zapatilla izquierda antes que la derecha y cerrar la puerta de la cancha antes de golpear mi primera pelota del día. Extrañaré a mi equipo, a mis entrenadores. Echaré de menos estar sentada con mi padre en los entrenamientos. Los apretones de manos, ganes o pierdas, y mis rivales, lo supieran o no, me empujaron a ser la mejor”, recordó.
Además de la exigencia mental, reconoció que sus problemas físicos también han influido en su retirada, teniendo en cuenta que ha sufrido numerosas “lesiones de hombro” y que “con el tiempo” sus “tendones se han deshilachado como cuerdas“.
“Me he sometido a múltiples cirugías y pasé innumerables meses en fisioterapia. Solo caminar en la cancha era ya una victoria, cuando, por supuesto, solo debería haber sido el primer paso hacia la victoria. No comparto esto para dar lástima, sino para pintar mi nueva realidad: mi cuerpo se había convertido en una distracción”, reconoció.
La tenista siberiana protagonizó una carrera brillante en la que conquistó cinco torneos de Grand Slam: Roland Garros (2012 y 2014); Australia (2008); Wimbledon (2004) y el US Open (2006).
Sharapova alcanzó por primera vez el número uno del mundo en agosto de 2005, fue medalla de plata en los Juegos de Londres 2012 y actualmente estaba relegada al puesto 370 del ránking mundial de la WTA.
En el 2016, fue sancionada dos años por dar positivo por meldonium.
Fuente: Agencia de Noticias Télam