Luego de sufrir el golpe de la inflación a lo largo del 2019, los útiles escolares y los uniformes tuvieron un aumento de entre un 20 y 30%. Para hacer valer su dinero, los padres aprovechan las opciones con tarjetas y las líneas de financiación.
Ante el costo de las listas escolares, que van hasta los 3.000 pesos en algunos colegios privados, los compradores se vuelcan a las segundas marcas que poseen una calidad similar a los productos más reconocidos.
A menos de un mes del inicio de clases, PRIMERA EDICIÓN recorrió librerías y negocios de indumentaria que comienzan a tener una mayor circulación de clientes.
En la tienda Galver su subgerente, Mario Caballero, contó que “la gente se ha anticipado bastante a la época escolar. A partir del inicio del año vimos movimiento y en febrero directamente vienen a comprar. Ahora ya no vienen sólo a averiguar precios, sino que aprovechan los planes de pago”.
En materia de precios, señaló que “hubo una modificación de entre un 20 y 25% con respecto al 2019. Por eso se trató de conseguir proveedores para tener precios accesibles y además mucha de la mercadería que quedó del año pasado se mantuvo al mismo precio para venderla más rápido”.
Entre los compradores, “lo más pedido por ahora son los guardapolvos, las remeras blancas, corbatas y medias. En guardapolvos, los talles iniciales están desde los 519 pesos los unisex y luego varían según el modelo y la marca. El tableado está a partir de 699 pesos los talles iniciales. Los más grandes están a partir de 1,590 pesos”, precisó Caballero.
Respecto a las listas escolares, en la Librería Imperio su encargada, Verónica Ferreira, explicó que “las listas siempre dependen de los colegios. En un establecimiento privado, rondan entre 2.500 y 3.500 pesos, sin mochila. Un colegio público tiene listas que van de 900 a 1.500 pesos. También están las ofertas de la Canasta Básica que largó el Gobierno, que contiene productos que se pueden conseguir en modelos básicos, por ejemplo, una mochila a 500 pesos”.
Por otra parte, detalló que “hubo una pequeña suba que se dio en agosto con el incremento del dólar y desde ahí se mantienen los precios. La variación fue de entre un 25 a un 30%”.
Como los clientes buscan que el dinero rinda, “con el asesoramiento de las vendedoras pueden optar por llevar en lugar de las primeras líneas otras que son de segundas marcas pero de muy buena calidad”, añadió.
Además Ferreira indicó “el movimiento en sí empezó con febrero pero las listas a medida que finalizaron las clases ya fueron llegando y aprovecharon Navidad, Reyes, el cobro de aguinaldo para adquirir las promociones de las tarjetas”.
En otra de las librerías céntricas consultadas, explicaron que “la venta por ahora está un poco estancada pero a fines de febrero y en el inicio de las clases es cuando se da el mayor movimiento”.
La situación es similar entre los negocios, porque “las listas escolares van desde los 900 hasta 3.000 pesos, quizás un poco más según sea un establecimiento privado. Las salitas de 3, 4 y 5 son las que suelen tener un valor más elevado pero por la cantidad de productos que piden. El privado generalmente pide más cosas pero luego no vuelve más durante el año. Mientras que las escuelas públicas van directo a lo práctico y luego se van arreglando durante las clases”, señalaron.
Sobre la variación de precio aclararon que “estará entre un 25 y 30% pero no se dio ahora, sino que se acumuló por los aumentos durante 2019. Las compras las hacemos en noviembre y por el año electoral se retrasó un poco por la incertidumbre vigente, ya que los proveedores no fijaban los precios atentos a los cambios que podrían darse en el país. Ahora por suerte tenemos varias marcas alternativas que están a la altura de las primeras marcas porque la gente busca e intenta que su dinero rinda lo más posible”.
En cuanto a los uniformes escolares, desde Indumentaria Argentina contaron que “los precios han aumentado algo pero intentamos trabajar a través de las tarjetas en cuotas sin interés para no recargar tanto el precio de la indumentaria. Los uniformes estarán ahora alrededor de un 20% más caro que el año pasado. El costo siempre varía de acuerdo al talle que se requiera. El conjunto completo puede llegar a costar unos 2.000 pesos pero incluyendo la remera, el jumper, las medias. Un jumper está unos 1.000 pesos”.
Acerca del comportamiento de los clientes, detallaron que “la gente viene hace meses con la consulta por el tema de los precios pero a comprar en sí vienen a última hora. Por ahora está muy calma la venta y hay poco efectivo circulando”.
La misma situación se vivía en otros de los negocios de Posadas consultados, donde la inflación impactó en el costo de los materiales de las prendas y hubo aumentos cercanos al 25%.