El virus de Wuhan ha desbordado el control de las autoridades chinas. Para poner el tema en perspectiva: el viernes eran sólo 41, y la Comisión Municipal de Sanidad aseguraba que las pruebas médicas no arrojaban resultados positivos desde el pasado 3 de enero. La escalada de este nuevo coronavirus, descubierto hace dos semanas, recuerda a la del SARS, con el que guarda similitudes genéticas. La epidemia de 2002, también originada en China, causó la muerte de más de 700 personas en todo el mundo.
La mayor parte de las infecciones (270) se concentra en Wuhan, epicentro del brote surgido en diciembre. Desde esta ciudad, situada en la zona central del territorio chino y hogar de 11 millones de personas -más que Londres o Nueva York-, el patógeno ha comenzado a extenderse a las provincias vecinas. Si el pasado viernes no había ningún positivo fuera de allí, hoy son 38 los casos repartidos por otras 15 grandes urbes.
Pero estos datos podrían no ser del todo fiables. Un modelo desarrollado por expertos del Centro de Epidemiología de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Hong Kong sugiere que la realidad es aún más preocupante de lo que revelan las cifras oficiales. Según su informe, elaborado en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y presentado este martes, el número total de infectados podría rozar ya los 1.500: 1.343 en Wuhan y 115 en el resto del país.
El escepticismo es lógico tratándose de un país en el que no impera la libertad de información. Muchos recuerdan, además, el precedente del SARS, cuando las autoridades negaron la existencia del virus durante semanas. El Partido Comunista Chino ha hecho referencia a ese mismo episodio para advertir a las administraciones locales y regionales de que deben informar con exactitud sobre el curso de los hechos. “Todo aquel que no diga la verdad será clavado al pilar de la vergüenza para toda la eternidad”, proclamó este lunes Chan An Jian, perfil oficial en redes sociales de la Comisión Central de Asuntos Políticos y Jurídicos, brazo supervisor del Partido en materia legal. Esta sentencia se suma a la intervención de ayer del secretario general Xi Jinping, en la que llamaba a “tomarse en serio” la contención del brote.
Existe otro motivo para la intranquilidad: las estimaciones del modelo de la Universidad de Hong Kong responden a un “escenario moderado”, en el que Wuhan permanece como el único foco del brote y no aparecen enfermos altamente contagiosos, conocidos como “superpropagadores”. Este último factor de riesgo, no obstante, podría ser ya una realidad.
La OMS realizó ayer una visita a Wuhan junto a un grupo de expertos sanitarios chinos, liderados por el doctor Zhong Nanshan, director del Laboratorio Estatal de Enfermedades Infecciosas en Cantón y eminencia nacional en la materia. Sus hallazgos muestran que 15 empleados médicos en la ciudad habrían contraído el virus, lo que confirma la posibilidad del contagio entre humanos -un extremo descartado hasta este fin de semana-.
14 de ellos, además, habrían sido infectados por un solo paciente, según reveló ayer Nanshan en una entrevista con la televisión nacional, lo que abre la puerta a la existencia de estos “superpropagadores”. “La clave para controlar la expansión en este momento pasa por prevenir su aparición”, apuntó el investigador.
Mientras tanto, continúa también la expansión internacional. A los cuatro casos localizados hasta la fecha en Tailandia, Japón y Corea del Sur, se ha sumado este martes el primer positivo en Taiwán. Se trata de una mujer de 55 años que, como los cuatro casos anteriores, también visitó Wuhan en las últimas semanas.
“La paciente desarrolló los síntomas a partir del 11 de enero, pero no ingresó en un hospital”, ha informado esta tarde Huang Wang-ting, médico del Mando Central de Epidemias de Taiwán. El ministro de Sanidad de la isla, Chen Shih-chung, ha asegurado que ninguno de los familiares de la enferma presenta síntoma alguno, similares a los de una neumonía ordinaria, y que otras 46 personas que estuvieron en contacto con ella durante el trayecto de avión han sido puestas en observación. Asimismo, Filipinas y Australia también han anunciado haber tomado medidas ante los primeros casos sospechosos en su territorio nacional.
La OMS ha comunicado que celebrará mañana miércoles una reunión de emergencia para decidir si declara “una emergencia de salud pública internacional” a causa del brote. El Consejo de Estado chino, por su parte, también ha programado una rueda de prensa en la que detallará la evolución del virus en las últimas horas.
Advertencias y medidas internacionales
Los científicos del Centro MRC para el Análisis Global de Enfermedades Infecciosas en el Imperial College de Londres advirtieron en un artículo publicado el viernes que el número de casos probablemente se acercaría a 1.700, muy por encima del número anunciado oficialmente.
El vicealcalde de Wuhan, Chen Xiexin, dijo al canal de televisión estatal CCTV, el fin de semana, que se instalaron termómetros infrarrojos en aeropuertos, estaciones de ferrocarril y estaciones de autobuses en toda la ciudad.
Chen dijo que se registraron pasajeros con fiebre, a quienes se les dio máscaras y trasladó a instituciones médicas. De acuerdo con CCTV ya se han llevado a cabo cerca de 300.000 pruebas de temperatura corporal.
Por su parte, las autoridades de Hong Kong han intensificado las medidas de detección, incluidos los rigurosos puntos de control de temperatura para los viajeros que llegan de China continental.
Estados Unidos anunció el viernes que fiscalizará vuelos directos que lleguen desde Wuhan a los aeropuertos de San Francisco y al JFK de Nueva York.
Tailandia, en tanto, informó que ya estaba revisando a los pasajeros que llegaban a Bangkok, Chiang Mai y Phuket, y que pronto introduciría controles similares en el balneario de Krabi.
En parlant des vols intérieurs. Un cas confirmé de nCOV à Huizhou qui est à environ 800 km de Wuhan. Le virus voyage avec les avions. pic.twitter.com/5gnWo7vd6z
— Restitutor Orientis (@RestitutorOrien) January 21, 2020
Qué es y qué síntomas tiene el coronavirus
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los coronavirus como el que está afectando a China, cuyo nombre es 2019-nCoV o coronavirus de Wuhan, son “una extensa familia de virus que pueden causar desde un resfriado común hasta el SRAS (síndrome respiratorio agudo severo). Los virus de esta familia también pueden causar varias enfermedades en los animales”.
Lo que preocupa en Asia es que un tipo de coronavirus que hasta ahora sólo se transmitía entre animales, y que tiene efectos graves, ha comenzado a contagiarse entre humanos.
La OMS reconoció el 9 de enero de 2020. Se parece al mortal coronavirus que causó el síndrome respiratorio agudo severo (conocido mundialmente como SARS), una pandemia que en 2003 infectó a más de 8.000 personas y mató a 774.
Las autoridades sanitarias de todo el mundo vigilan de cerca este nuevo virus, aunque de momento la alerta es solamente regional.
Síntomas
Según las autoridades locales los pacientes experimentan:
• fiebre
• tos
• dificultada para respirar
• dolor en los músculos
• neumonía
Precisamente esta última es la que preocupa más a las autoridades sanitarias chinas, ya que está manifestándose con más gravedad y la mayor parte de los enfermos que la han desarrollado han necesitado hospitalización.
Fuente: Agencia de Noticias AFP/NA y Medios Digitales