En los últimos cuatro años, Misiones perdió casi el 10% de su participación en el reparto de la torta de fondos que se quedan las provincias. En el 2015 se quedaba con 3,4% y en 2019 sólo accedió a 3,1%.
Todas las provincias perdieron con excepción de Buenos Aires y Ciudad Autónoma (CABA) que fueron particularmente beneficiadas en el reparto por las leyes de Consenso Fiscal y otras, impulsadas por el gobierno del expresidente Mauricio Macri.
Los datos forman parte de un informe elaborado por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) que se denomina “Una radiografía de la coparticipación federal de impuestos. Provincias ganadoras y perdedoras en los últimos años”, elaborado por los economistas Nadin Argañaraz y Ariel Barraud.
Cuando se analiza la distribución secundaria (sólo entre provincias) se observa que el crecimiento de la torta solamente benefició a Buenos Aires y Ciudad Autónoma. Entre 2015 y 2019 la primera mejoró de 18,7% a 22,2% del total y la segunda pasó de 1,9% a 5,2%.
El resto de las provincias tuvieron caídas en el porcentaje de su participación de los fondos automáticos que se reparten.
El informe remarca que “hasta 2015 se produce una estabilización en alrededor de un 40% de participación sobre los impuestos recaudados a nivel nacional, situación que cambia en 2016 con la devolución a provincias (gradual) de la precoparticipación del 15%, el aumento del coeficiente de CABA desde el 1,4% establecido en 2003 al 3,75% (en 2018 se redujo a 3,5%), y luego con el consenso fiscal de 2017 que para los siguientes años aumenta la participación primaria de provincias básicamente por la restitución parcial del Fondo del Conurbano Bonaerense a la provincia de Buenos Aires, lo que llevó a que en 2019 la participación del Consolidado provincias + CABA sea la más alta de los últimos 27 años”.
Menos para la Nación
La distribución secundaria es la parte de la torta que se distribuyen sólo las provincias. Esa tajada creció a favor de las provincias en los últimos cuatro años. Y la distribución primaria es cómo se divide la torta entre la Nación y todas las jurisdicciones.
El crecimiento que tuvieron Buenos Aires y CABA; además de restarle fondos a las otras provincias también le restó a la Nación, que vio disminuida su tajada de la torta en casi 10 puntos porcentuales.
En la distribución primaria, el total de las provincias tuvo un crecimiento en esos cuatro años que pasó de 40,5% a 49,6% de los fondos. Es decir que tuvieron un crecimiento por sobre la Nación, pero esos fondos adicionales sólo se direccionaron a las dos jurisdicciones beneficiadas. El resto fue convidado de piedra.
“Entre el año 2015 y el año 2019 la participación de las provincias + CABA en la masa de recursos recaudados a nivel nacional (sin los recursos de Seguridad Social y del Comercio Exterior) aumentó nada más y nada menos que 9,1 puntos porcentuales, pasando del 40,5% al 49,6%. Se aprecia que los principales incrementos en ese período los verificaron la provincia de Buenos Aires (subió 3,4 puntos porcentuales) y CABA (mejoró su coeficiente 1,8 puntos porcentuales)”, sostiene el informe.
Para poder evaluar la situación relativa de cada provincia, y de esa manera determinar si ganó o perdió participación en la distribución de la torta de recursos de las provincias, resulta indispensable comparar la participación del año 2015 con la efectiva del año 2019. Toda provincia que en 2019 tiene mayor índice que en 2015 ganó participación en la distribución secundaria, ocurriendo lo contrario con las que tuvieron un índice menor.
Como resultado de la participación diferencial en el aumento de los fondos a provincias verificado en el período, la distribución efectiva entre provincias en 2019 mostró un fuerte aumento de la participación de CABA (su coeficiente secundario fue un 171% más alto) y de la provincia de Buenos Aires (su coeficiente secundario aumentó un 19%) junto a una reducción del resto de las jurisdicciones que vieron caer su coeficiente secundario entre un 6% y un 10%, como no podía ser de otra manera, al ser un juego de suma cero.
Menos para el resto
Así como Misiones tuvo que ceder parte de su participación, otras provincias también lo hicieron. El informe de IARAF remarca que “en los tres años posteriores a la implementación del Fondo del Conurbano Bonaerense en 1992, su coeficiente secundario efectivo (es decir la participación efectivamente recibida del total enviado automáticamente a provincias) se acercó al 25%.
Con el tope de $650 millones establecido para dicho fondo en 1996, la participación se estabilizó apenas por debajo del 24% hasta 2002. La falta de actualización de este tope en una economía inflacionaria como lo fue la de los años siguientes, llevó a la participación secundaria de la provincia a caer año tras año hasta llegar al mínimo histórico en 2016 (18%). La contrapartida fue el aumento en la participación del resto de jurisdicciones”.
Agrega que “para el año 2019 la provincia de Buenos Aires ya había recuperado más de 4 puntos, y se espera que este año su coeficiente secundario se equipare prácticamente al de 2003”.
“Otra jurisdicción que incrementó drásticamente su participación secundaria en los últimos años fue CABA, que desde 2016 vio subir en más de 3 puntos su porcentaje secundario (de 1,9% a 5%) por la ya mencionada modificación en su coeficiente legal. Esta recuperación de ambas jurisdicciones en los últimos cuatro años evidentemente (juego de suma cero) llevó a que disminuya la participación secundaria del resto”.
Conclusiones
En síntesis, durante los últimos cuatro años se pudo apreciar un claro aumento en la participación de las provincias en los recursos recaudados por impuestos nacionales, que tuvo como contrapartida, como no podía ser de otra manera, una resignación de participación del nivel nacional.
Tres elementos clave contribuyeron a esta modificación: 1) la restitución a provincias de la precoparticipación del 15% de la masa coparticipable bruta; 2) el aumento del coeficiente de CABA; y 3) la reposición a la provincia de Buenos Aires del Fondo del Conurbano Bonaerense bajo las condiciones del consenso fiscal de 2017.
“Para 2020 se estima que esta participación volverá a subir (o lo que es lo mismo, la participación del Tesoro Nacional volverá a bajar), en tanto que es el último año de restitución gradual de la precoparticipación. Se podría incluso superar la marca del reparto 50/50 entre Nación y provincias”, finaliza el informe.