Por orden de la Justicia la banda que perpetró una seguidilla de asaltos en Posadas y en Garupá irá a rueda de sospechosos.
Se trata de los nueve apresados el pasado jueves tras ser acusados de cometer ese mismo día tres robos a mano armada, uno en una farmacia posadeña, el siguiente a un panadero en la vía pública y otro en un comercio del citado municipio vecino.
Se cree que la presunta gavilla estuvo vinculada al menos a cinco atracos durante este mes y dos en diciembre pasado.
La mencionada medida judicial estará relacionada con los hechos del mes pasado, con el objetivo de que no se superpongan las investigaciones, que se tramitan en juzgados distintos, indicaron las fuentes.
El presunto grupo delictivo fue apresado el jueves último tras un frenético raid delictivo que se inició a las 8, donde primero se hicieron con dinero y un automóvil Renault Clio negro en una farmacia de Posadas (ubicada en Rademacher y Noruega). Luego se dirigieron en el auto robado a Garupá, donde asaltaron un local dedicado a la venta de celulares, a la vera de la ruta nacional 12 kilómetro 9, donde se llevaron dinero, accesorios y algunos teléfonos. En ambos casos redujeron a las víctimas con armas de fuego y cuchillos, donde afortunadamente los malvivientes no lesionaron a nadie. No conformes con estos botines también habrían cometido otro asalto, esta vez a un repartidor de pan al que interceptaron en la vía pública y le robaron la billetera a punta de cuchillo, en el barrio A 3-2 de la capital provincial. La captura de los nueve individuos fue ese mismo día tras una rápida investigación. Luego y por el modus operandi los apresados quedaron bajo la lupa por hechos similares ocurridos en diciembre y también en zona capital y alrededores.
Cómo llegaron a los sospechosos
El mismo día del hecho la policía halló el vehículo con pedido de secuestro por robo (el Clio) en el barrio A-4.
Alertados por los vecinos de que tres hombres habían descendido del auto y se alejaban a pie. Al notar la presencia policial, dos se alejaron corriendo y uno se habría escondido en una vivienda. Los uniformados detuvieron a dos hombres que serían parte de la banda. Posteriormente, tras un operativo cerrojo, se estableció que los presuntos autores estarían en el barrio Kennedy. Allí se detuvo al resto de la banda. Además fue secuestrado otro vehículo, se trata de un remís en el que se presume se transportó además parte de lo robado.
Pastillas
Los malandras en los robos a las farmacias tuvieron un denominador común: pidieron medicamentos y pastillas que generalmente se utilizan como alucinógenos.
Este detalle hace presumir a los pesquisas que algunos de los integrantes podrían ser consumidores de este tipo de drogas. En el último atraco que se les adjudica a un local de venta de medicamentos insólitamente algunos de los ladrones fueron señalados por testigos como “clientes frecuentes”, ya que el accionar de los delincuentes fue a cara descubierta.
“Me voy a trabajar”
Fuentes del caso señalaron que uno de los individuos que está sospechado de integrar la gavilla fue contactado por quien sería el líder de esa organización a través de un llamado telefónico que realizó a la madre. Se cree que esto sería para que no quedaran evidencias de los contactos entre ellos, indicó uno de los voceros consultados. Tras ese llamado en particular el involucrado le dijo a su progenitora, “me llamaron para hacer un trabajo de cartelería. Me voy a trabajar”.
Los nueve sospechosos serán indagados mañana por el juez de Instrucción 2 de Posadas, Juan Manuel Monte.