Los jubilados y pensionados recibirán en marzo un nuevo aumento, que llegaría a un 11,5% promedio en los haberes más bajos, ya que el ajuste no será para todos los casos por igual.
Según indicaron ayer fuentes de ANSeS, ese porcentaje no se aplicaría directamente a cada categoría, sino que sería diferente al depender del monto que se perciba con el objetivo de acortar la distancia entre los haberes más bajos y los más altos.
El director ejecutivo de la ANSeS, Alejandro Vanoli, había afirmado que el Gobierno analizaba la posibilidad de que el aumento para los jubilados previsto para marzo se concrete a través de una suma fija.
“Probablemente sea una suma fija pero el criterio que el Presidente (Alberto Fernández) ha instruido es que la jubilaciones, especialmente las más bajas y las de los sectores más castigados, mantengan su poder adquisitivo”, dijo Vanoli el miércoles durante un contacto con periodistas acreditados en Casa Rosada.
“Sobre esa base y teniendo en cuenta la realidad fiscal, que es muy compleja, se pueda mantener la viabilidad fiscal y sin agravar la situación en un momento difícil”, agregó entonces el jefe de la ANSeS.
Hasta diciembre pasado, el aumento se aplicaba en forma porcentual sobre los haberes en curso, mientras que ahora se distribuirá en forma diferenciada por rango de haberes. El 11,56% sobre la masa de haberes actual implica un desembolso fiscal de $18.000 millones.
Cómo se aplicará el cálculo
De acuerdo con las diferentes escalas de haberes, se estima que 4,5 millones de jubilados y pensionados recibirían el 11,56% o más, con lo que recortarían la pérdida sufrida en los últimos cuatro años, al tiempo que los restantes, es decir 2,8 millones, profundizarían el retroceso de sus ingresos.
Si el monto del costo fiscal se distribuyera como una suma fija entre los 7,3 millones de beneficiarios, resultaría un incremento de $2.465 por persona. Con la aplicación diferenciada del aumento para los que ganan el haber mínimo, de $14.068 representaría un incremento del 17,5% y para los que perciben $20.000, de 12,3%.
La línea de corte del 11,56% serían los $21.323 y, por encima de ese valor, la suba sería inferior al promedio. En un haber de $25.000, el incremento sería del 9,9%, en el de $40.000, del 6,2% y seguiría descendiendo hasta representar sólo el 2,4% para los que cobran el haber máximo de $103.064.
El cambio de esa fórmula significó entre septiembre de 2017 y diciembre de 2019 una pérdida del 19,5% a todos los jubilados y pensionados con relación a la inflación.
El aumento tiene que estar definido antes del 10 de febrero para que la ANSeS pueda realizar el envío de los fondos a los bancos que pagan a los jubilados.
Nueva fórmula solidaria
El Gobierno avanza en la definición de la nueva fórmula transitoria para aumentar en marzo las jubilaciones y prestaciones sociales.
Si bien todavía la discusión sigue abierta en el Ministerio de Economía, la idea que se baraja por estas horas es aplicar un esquema de dos o tres velocidades, con eventuales incrementos de suma fija que tendrán un impacto diferenciado.
Esto es un mayor beneficio para las escalas más bajas y en menor medida para las medias y altas. Se trata de un mecanismo similar al del bono de $5.000 otorgado en diciembre y enero a los jubilados y beneficiarios, con un tope hasta los $19.000. En esa ocasión, los titulares del haber mínimo recibieron dicha suma, mientras que las escalas subsiguientes obtuvieron la diferencia hasta llegar al límite fijado.
Así, según datos de ANSeS, fueron alcanzados 4,5 millones de adultos mayores, el 64% de un universo de 7,3 millones, y el resto fue excluido del beneficio. Lo que se estudia ahora es que el próximo ajuste alcance también a las jubilaciones de entre $19.000 y $30.000, aunque con incrementos menores al de los haberes mínimos, según estimaron fuentes del Gobierno consultadas por iProfesional.
La lógica de este esquema es transferir recursos a los sectores más bajos para dinamizar el consumo, pero también establecer la recuperación del poder adquisitivo perdido.
“En marzo se va a contemplar particularmente la situación de las mínimas pero también las jubilaciones bajas y medias bajas que han sido muy golpeadas”, dijo a principios de enero el titular de la ANSeS, Alejandro Vanoli, y en las últimas horas confirmó que “muy probablemente” será mediante sumas fijas.
En tanto, el jefe de Gabinete, Sergio Cafiero, reconoció días atrás que “faltó” llegar a los que ganan $25 mil y “no llegan a fin de mes”.
El argumento oficial es que el sistema previsional es uno de los más desiguales del mundo, ya que la diferencia entre la jubilación mínima y la máxima es de siete veces. Y, por otra parte, que la inflación impactó en forma diferente en los haberes.
Fuente: Medios Digitales y Agencia de Noticias NA