En Lengua, los alumnos argentinos obtuvieron 406 puntos y mejoraron seis puntos respecto al 2012, en Matemáticas 379,4 con un descenso de 8,9 puntos y en Ciencias 404 con un descenso de sólo dos puntos respecto a seis años atrás, indicó el Ministerio de Educación.
Si se toman en cuenta a los 79 paises de todo el mundo que participaron el año pasado de la prueba, Argentina ocupó el lugar 63 en Lengua, 71 en matemáticas y 65 en Ciencias, mientras que en la región solo superó el promedio en Ciencias.
“La prueba PISA es una prueba estandarizada que se toma en forma homogénea tanto a países desarrollados como a los que no y de la que podemos tomar cosas positivas para segur mejorando” dijo el ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, quien aseguró que pese a esta característica “para nosotros es confiable aunque cada uno tendrá su punto de vista”.
Precisó que en los últimos cuatro años “se hablo de educación más que en ningún otro período y esto para nosotros es muy bueno, todas las opiniones a favor y en contra son un activo, es evidente que necesitamos una reforma del sistema educativo pero esto no se logra ni en cuatro ni en ocho años”.
“Cuando llegamos teníamos sospechas de lo que podía llegar a pasar pero recién se corroboraron en el 2017 con los resultados de las primeras pruebas. A partir de allí pudimos elaborar políticas en base a evidencias y surgieron el programa secundaria 2030 que ya lleva dos años y el plan Aprender Matemáticas, que ya lleva un año y medio y cuyos primeros resultados se van a poder ver recién en dos o tres años” .
La prueba PISA hizo foco en la lectura y en la comprensión de textos y, en este renglón, Argentina registró un avance de seis puntos respecto a la última prueba de la que participó, en 2012, ya que en el 2015 si bien los alumnos rindieron las evaluaciones, la OCDE anuló la participación por deficiencias en el registro estadístico.
En 2018 obtuvo 402 puntos frente a los 396 de hace seis años, aunque este puntaje la ubica por debajo del promedio regional y sólo por arriba de Panamá y la República Dominicana. En la región el puntaje más alto lo obtuvo Chile con 452 puntos, seguido de Uruguay con 427 y Costa Rica con 426 puntos.
Toda la región latinoamericana quedó muy lejos del promedio de la OCDE que es de 487 puntos y más cercanos a los países que no integran esta organización, que obtuvieron 423 unidades.
Para Finocchiaro, las cosas positivas que se pueden sacar de esta prueba PISA “son los formularios complementarios que nos otorgaron información valiosa de contexto. Estas preciaciones si vamos a las pruebas Aprender, nos permitieron identificar a las 3000 escuelas mas vulnerables del país y que, luego de una intervención del Estado tanto desde lo pedagógico, lo institucional como económico, sus alumnos superaron el promedio nacional en las ultimas evaluaciones”.
En Lengua, si embargo, pese al avance, el 52,1% de los estudiantes se ubicaron en el nivel mas bajo de rendimiento o por debajo de éste, lo que implica que los alumnos “sólo pudieron realizar las tareas más simples frente a los textos presentados “, detalla el informe de la cartera educativa.
A nivel mundial en Lengua, los alumnos chinos obtuvieron el puntaje más alto de las pruebas con 555,2 puntos, mientras que la Argentina ocupó el lugar 63 solo por encima de Perú, Arabia Saudita. Tailandia, Macedonia, Azerbaiyán, Kazajstán, Georgia, Panamá, Indonesia, Marruecos, Líbano, Kosovo, República Dominicana y Filipinas.
En Matemáticas, la caída fue mas notoria ya que se obtuvieron 379 puntos, nueve puntos abajo de las pruebas del 2012 (388), lo que la ubica por debajo del promedio de Latinoamérica, y sólo por arriba de Panamá (353) y República Dominicana (325). En esta asignatura los puntajes mas altos de la región fueron para Uruguay (418) y Chile (417).
“La proporción de estudiantes con niveles de desempeño bajos o muy bajos en Matemáticas muestra una tendencia creciente a lo largo de los años”, destaca el Ministerio.
Sólo el 31% de los estudiantes obtuvieron un nivel básico de aprendizaje, mientras que el resto esta en un nivel bajo lo que implica que “sólo pudieron resolver problemas que requieren procedimientos rutinarios, siguiendo indicaciones simples”.
“Del 69% que esta bajo en matemáticas el 40, 5 está mas abajo, son muy pocos los estudiantes que se pueden situar en los niveles mas avanzados” detalló la cartera educativa.
A nivel mundial, el promedio más alto son para los alumnos chinos con 591,3 puntos y Argentina ocupa el lugar 71, por arriba de Indonesia, Arabia Saudita, Marruecos, Kosovo, Panamá, Fiipinas y Dominicana
En tanto en Ciencias, los alumnos argentinos obtuvieron 404 puntos , sólo dos puntos por debajo de las pruebas del 2012 con un rendimiento similar al promedio de países de la región, aune en ese contexto solo esta por encima de Brasil, Panamá y Dominicana mientras que Chile (444) y Uruguay (426), obtuvieron los puntajes más altos.
A nivel mundial Argentina ocupa el lugar 65, en una clasificación donde el puntaje más alto fue para China con 590,4 puntos. Argentina se ubica por encima de Brasil, Bosnia, Marruecos y Kosovo, entre oros.
Pobreza
Los alumnos argentinos mostraron un “alto interés” en temas globales ya que “el 90% mencionó conocer acerca de la pobreza, la interdependencia económica, la migración, la desigualdad, los riesgos ambientales , los conflictos, las diferencias culturales y los estereotipos”, de acuerdo a los formularios complementarios de la evaluación internacional.
Indican además que entre un 40 y un 60% de los alumnos también podrían dar una explicación sobre esos temas.
Estas preguntas, que formaron parte de los factores asociados al aprendizaje tomados en la prueba, revelaron además que el 76% de los estudiantes manifestó conocer el tema de la igualdad de género y poder explicarlo y el 72 aseguró que conoce y puede explicar las causas de la pobreza.
En tanto, las preguntas revelaron que la brecha educativa entre estudiantes de escuelas estatales y privadas es significativa a favor de esta última, al igual que con los alumnos que asisten a secundarias rurales y de pueblos respecto a los de las grandes ciudades.
Por otra parte, siete de cada diez alumnos manifestó sentirse parte y no sentirse solos en la escuela.
La diferencia en el rendimiento entre los estudiantes que están en la edad adecuada a su grado o división respecto a los que tienen un año de sobre edad, es de 60 puntos, brecha que se amplía a 40 puntos más entre los alumnos que completaron el nivel inicial y los que no lo hicieron.
El nivel educativo de la madre también es clave a la hora de evaluar los rendimientos ya que las diferencias entre puntajes alcanzados por los estudiantes según los niveles educativos de la progenitora es de 85 puntos en el área de lectura.
En cuanto a la capacidad lectora, menos de una cuarta parte de los alumnos manifestaron que no se puede trabajar bien en las horas de Lengua, mientras que los estudiantes que respondieron que leen por placer son poco mas de un tercio y tienen mejor desempeño.
En otro orden, casi siete de cada diez estudiantes que dicen leer por placer más de dos horas al día, logran los niveles básicos y por encima del básico en lengua, mientras que seis de cada diez que no leen por placer alcanzan niveles bajos de rendimiento.
“Las pruebas PISA miden la capacidad de los estudiantes para desempeñarse en el mundo real, no miden la capacidad de un país respecto a otro”, explicó Irene Kit, una pedagoga que participó de la organización de las conclusiones de la evaluación.
“Es una estimación de la capacidad de los estudiantes como proyección de lo que pueden hacer y comunicar en el mundo real”, agregó.
Elena Duro, secretaria de innovación y calidad educativa, aseguró que “en algún punto las pruebas Aprender y las PISA coincidieron en mostrar un incremento en Lengua, pero son dos evaluaciones completamente diferentes aunque es una satisfacción para nosotros que lo que vimos en los chicos de primaria en las pruebas Aprender haya coincidido con los de secundaria que hicieron las PISA”.
Fuente: Agencia de Noticias Télam