El amor es una cosa de locos y lo puede todo. Todo. Incluso manejar 3.600 kilómetros para hacerle saber al amor de tu vida que estás, que puede contar con vos, que no lo vas a dejar solo. Esa será la declaración que llevarán los misioneros Claudio Ríos, Juan Manuel Galletta y Daniel González al club de sus amores, River Plate.
Anoche emprendieron un viaje de tres días para decir presente el sábado a las 17 en Lima, cuando la pelota comience a rodar y el Millo vaya en búsqueda de una nueva Copa Libertadores ante el Flamengo de Brasil. Un viaje a la ilusión.
Los muchachos forman parte de la agrupación “Sentimiento Millonario”, que se reúne a ver todos los partidos de River en La Cima, en Francisco de Haro e Ituzaingó.
Cuando sonó el pitazo final de Sampaio en La Bombonera el pasado 22 de octubre, y la clasificación a la final era un hecho, comenzaron a hacer cálculos, a averiguar cuánto saldría irse a Santiago de Chile a ver la finalísima. Pero no había chances. Las entradas se agotaron en un suspiro. Entonces los chicos se prepararon para armar una gran fiesta en La Cima.
Sin embargo, la historia o el destino les tenían guardado algo más. La crisis social estalló en Chile y la Conmebol convocó a los presidentes de River y Flamengo. Se cambió la sede a Lima, Perú. Se habilitó la venta de un remanente de entradas, porque el estadio Monumental donde se va a jugar tiene más capacidad, y Claudio Ríos compró la suya. “Él fue uno de los primeros en comprar la entrada y me convenció a mí para ir”, dijo Dani González a EL DEPORTIVO. Dani entró a la página y compró su entrada sin problemas. Después se sumó Juan.
De nuevo sacaron la calculadora y a hacer números: los aéreos rondaban los 90 mil pesos, una locura. “Estaban carísimos, y los colectivos también”, remarcó Dani. Entonces hicieron el cálculo de cuánto saldría ir en auto.
“Calculamos únicamente para el combustible. O sea, vamos a comer sándwiches, llevamos carpas… no está en nuestro presupuesto hoteles ni nada de eso”, dijo Dani entre risas. Según los números que hicieron, el combustible para ir y volver de Lima saldrá alrededor de 40 mil pesos, la mitad de un pasaje de avión.
Entonces comenzaron a preparar la máquina: irán en el auto de Dani, un Chevrolet Aveo modelo 2011, al que ya le cambiaron las cubiertas y este martes por la tarde le hicieron cambio de aceite. “Tiene 80 mil kilómetros reales. No lo uso para casi nada, pero ahora lo voy a poner al día”, remarcó el dueño del auto que viajará hasta Perú.
Pero no irán solos. En el camino subirán a un chaqueño, Eliseo Migueles, que también es conductor, sabe manejar en ruta y está tan loco por River como los misioneros.
“Vamos a ir parando, descansando, pero muy poco porque vamos sobre la hora”, remarcó González, que indicó que su ruta será tomar la nacional 12 hasta Corrientes, cruzarán a Chaco, donde se sube Miguel. Allí tomarán la ruta nacional 16 directamente hasta Salta y ahí deberán manejar por la nacional 9 hasta Purmamarca, en Jujuy. En el Cerro de los Siete Colores tomarán la 52 hasta el Paso de Jama para cruzar a Chile. “Allá ya nos vamos a encontrar con la caravana que va desde Buenos Aires”.
De ahí, directo a Lima. Allí les van a faltar apenas ¡dos mil kilómetros! hasta la capital peruana, pero será un camino en el medio del pueblo millonario.
Los locos del Aveo dejarán todo para acompañar al equipo de Marcelo Gallardo en esta nueva aventura. Daniel le pidió a sus viejos que le atiendan la despensa por un par de días.
Claudio consiguió un permiso en el laburo y, para poder faltar el miércoles, este martes trabajó hasta minutos antes de la salida. Juan postergó unas vacaciones con pasajes pagados y todo porque River está primero y se va para Lima. Lo otro puede esperar. ¿Qué dicen sus parejas? “Nos apoyan y nos acompañan. Saben de nuestro sentimiento y la locura por River”, señaló Dani.
Para él, no será la primera vez lejos de casa por el Millo. En su historia clínica, ya existe otro episodio. En 2017 se subió a un micro y partió hacia Cochabamba para ver el partido de ida de cuartos de final de la Copa de ese año ante Jorge Wilstermann, en lo que fue derrota para River por 3-0 (en la revancha en el Monumental, River ganó 8-0). Fueron 2.600 kilómetros.
“Salí con una agrupación de Buenos Aires y nos fuimos para Bolivia subiendo por Salta”. Esto de Lima será una locura más. Todos saben que el amor es una cosa de locos.