A través de la Fundación Donde Quiero Estar, los integrantes de la Asociación Civil Voluntades continúan con una labor permanente con los pacientes que atraviesan las terapias oncológicas del Instituto Misionero del Cáncer. Esta semana inauguraron la primera muestra de las pinturas hechas en las salas de quimioterapias por las personas que se sumaron a esta alternativa que utiliza arte y la reflexología como herramienta para mejorar la salud.
Durante la apertura de la muestra artística el director del Instituto Misionero del Cáncer, Ángel D’annunzio, comentó a PRIMERA EDICIÓN “esto es un complemento más y lo que buscamos es que la población sienta que es un lugar a meno para compartir desde el arte y la reflexología. Lo importante no es sólo la parte médica sino crear también un espacio donde todos puedan tener un momento para expresarse. En este sentido, el clima que se genera tanto en sala de espera como dentro de la quimioterapia es tan importante como los tratamientos. La gente de Voluntades han hecho un trabajo importante y la gente se enganchó con los talleres”.
El voluntariado
Desde la Asociación Civil Voluntades, Maia Ayrault explicó que “a través de la Fundación Donde Quiero nos incorporamos a este programa de arte y reflexología a donde logramos ingresar en las salas de quimioterapia. Cuando iniciamos en Misiones eramos el hospital número 17 pero ahora ya son 21 en todo el país”.
Respecto a la presencia de los voluntarios en el IMC con las pinturas y masajes, indicó que “desde hace un año y dos meses trabajamos con mucho amor y empatía. Al ingresar a las salas de quimioterapia lo primero fue contarles quiénes éramos, qué hacíamos y para qué estábamos ahí, porque sólo se trabaja con invitación y si la persona así lo desea. Ahora hemos superado todas las barreras y hasta compartimos con aquellas personas ‘renegadas’ que no querían pintar ni masajes. Una vez que los pacientes reciben el alta incluso se mantienen los vínculos que se generan acá”.
Ayrault contó que para la inauguración de esta primera muestra “contamos con unas 40 obras realizadas a lo largo de un año. Estos cuadros aunque parezcan tan simples en realidad es todo lo que ellos pudieron hacer transitando un enorme dolor y angustia. Son personas sentadas en un sillón con una vía puesta por la cual se le administra una droga contra el cáncer. Además, no todos quieren pintar y tampoco masajes, aunque es lo que más gusta de los talleres”.
Por su parte, desde la Fundación Donde Quiero Estar, Vicky Viel Temperley sostuvo que “desde el 2006 que comenzamos en el hospital de Clínicas José de San Martín de Buenos Aires logramos replicar el programa por todo el país. Hemos llegado a Misiones, Neuquén, Río Negro, La Pampa, Córdoba y Santa Fe. La idea es replicarlo en todos los centros oncológicos del país. Lo que hemos visto a lo largo de estos 13 años es que realmente hay una mayor adherencia al tratamiento oncológico y aceptación. Con los masajes se relajan y con el arte pueden expresar aquello que quizás no lo pueden decir con palabras”.
Asimismo, añadió que “esto es posible gracias a un red de voluntarios que ya suman 200 trabajando en conjunto con seis provincias y con 1.000 pacientes atendidos por mes. Nuestro programa consiste en arte, reflexología y realidad virtual durante la aplicación de la quimioterapia. En ese momento estas personas tienen la posibilidad de correr su centro de atención durante el tratamiento, dejar de mirar esa gota que cae, para enfocar embellecer un momento tan duro como el oncológico”.
Acceso a la salud
El director del IMC, Ángel D’annunzio, precisó a PRIMERA EDICIÓN que “cumplimos un año de funcionamiento con los tratamientos de quimioterapias y radioterapias. Actualmente estamos en un proceso de apertura de un tratamiento con braquiterapia y sólo esperamos la habilitación nacional pero contamos con toda la infraestructura lista”.
Además, “a fines de diciembre se habilitará una nueva parte en el Instituto Misionero del Cáncer, con nueve consultorios nuevos y una sala de espera para trabajar con el edificio a pleno durante enero”.
Respecto al alcance de la atención en la salud pública, D’annunzio detalló que “estamos en un promedio de 60 pacientes por día que se atienden en radioterapia, a lo cual se le suman unos 40 en quimioterapia y las consultas que en ocasiones llegan a las 80 diarias. Serán cerca de 150 y 200 pacientes los que pasan por el Instituto todos los días”.