El único sospechoso detenido por el femicidio de Vilma Daiana Mercado (19) es investigado por otros casos de abusos en la zona, según trascendió en las últimas horas.
Los pesquisas tendrían firmes elementos para establecer conexiones entre el modus operandi con el que fue atacada la joven y las denuncias radicadas recientemente, indicaron las fuentes.
La estudiante fue vista con vida por última vez el pasado miércoles a la noche, alrededor de las 23.30, de acuerdo a la denuncia que radicó su madre.
La búsqueda de la Policía desembocó sobre un joven soldado voluntario del Ejército Argentino (20), presunto amigo de Vilma, y al entrevistarlo, la madrugada del viernes, notaron que presentaba lesiones en las manos y brazos, por lo que fue detenido.
Al allanar su pequeño departamento de alquiler en el barrio Belén, los efectivos encontraron varios elementos, pero el primordial fue un chip de celular que correspondería al del celular Samsung Galaxy S7 de la víctima fatal, una cinta de embalaje marrón y una soga de tres metros.
También se le incautó una motocicleta y su teléfono móvil.
La reconstrucción de sus movimientos lo ubicaron en la vía pública cerca de las 23.30 del miércoles, horario que de acuerdo a los últimos mensajes del celular de Vilma, ella iba a encontrarse con un joven, que no identificó a sus amigas o contactos de WhatsApp.
Pasado el mediodía del viernes la búsqueda de la muchacha se dirigió hacia la Escuela Militar de Monte, a unos 5 kilómetros del casco urbano de Puerto Iguazú.
A unos 1.500 metros del acceso a ese predio castrense se alertó de un fuerte olor a un cuerpo en descomposición entre la vegetación, en un sector conocido como “Villa Cariño”, a corta distancia de la rotonda de la ruta nacional 12, el acceso a Puerto Iguazú y el camino hacia el Parque Nacional Cataratas y al aeropuerto internacional. Fue allí que se produjo el peor desenlace. Alrededor de las 18.30 y a 50 metros del asfalto fue hallado el cadáver de Vilma.
Tal como publicó ayer PRIMERA EDICIÓN la autopsia al cuerpo de Vilma confirmó que murió asfixiada con cinta de embalar en la boca y que fue abusada sexualmente.
No había restos de lesiones de arma blanca o de fuego. No obstante había evidencias de sujeción impuesta por una persona de mayor fuerza. Un informe clave indicó que el femicida ató a la víctima con la cinta plástica, cuyos restos de pegamento le dejaron lastimaduras en el rostro.
Otro reporte de los forenses agregó que al comparar una de las lesiones en las manos del sospechoso con la cavidad bucal de Vilma, y el tamaño de sus dientes, coincidirían plenamente.
El último adiós a la joven
Familiares, amigos, compañeros, allegados y vecinos de la joven Vilma vivieron momentos de profundo dolor y resignación en el último adiós, que se llevó a cabo ayer en el cementerio El Salvador de esta ciudad.
Tal como publicó en exclusiva PRIMERA EDICIÓN, el último mensaje de la joven fue a su hermano de 13 años. “Avisale a papá que salgo, pero que voy y vengo enseguida”, le dijo Vilma a su hermano menor. Luego transcurrieron 43 horas de angustia porque nadie sabía su paradero. El peor final se produjo cuando la hallaron sin vida tras ser asfixiada y con signos de abuso sexual. Ahora su familia reclama justicia por la joven.