El ardid o el plan delictivo según los propios sabuesos que descubrieron el cargamento era “casi perfecto”. Una mujer al volante, una madre preocupada por la salud de su pequeño hijo discapacitado a quien trasladaba en el asiento de acompañante. La escena montada para cruzar sin levantar la menor sospecha, sólo cumplir con el control migratorio y abrir la puerta trasera de la caja de la camioneta para la observación de los agentes de AFIP-Aduana y continuar viaje.
La sospecha que la ciudadana paraguaya, domiciliada en Encarnación, nunca tuvo fue que estaba identificada e investigada desde hace varios meses y que su caída no se descartaba en cuanto intentara atravesar el puente San Roque González de Santa Cruz.
A las 12 de este viernes, el control aduanero requisó la suntuosa Nissan doble tracción y observó detalles mínimos de soldadura en la caja, por lo que los efectivos a cargo decidieron escanearla con los sistemas de observación de rayos con que cuenta el viaducto internacional.
Las imágenes confirmaron que existía un doble fondo o piso y adentro se escondían veinte panes o ladrillos similares a los de estupefacientes.Cortaron las chapas y hallaron paquetes plásticos con clorhidrato de cocaína de máxima pureza, todos con una “cruz de hierro” como logo sellado en negro.
Ruta charrúa
El arqueo y testeo confirmó el tipo de droga y peso, y fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN coincidieron en que el valor del secuestro rondaría los trece millones de pesos, pero que sería aún mucho más valioso si los panes llegaban a destino, ya que la ruta es la que utilizan organizaciones paraguayas y argentinas para transportar cocaína hasta la capital uruguaya y desde allí al mercado europeo, donde el fraccionamiento permite una ganancia de cien mil dólares por kilogramo.
La noticia del hallazgo del estupefaciente se contextualizó con mayor sorpresa ayer cuando trascendió que era una mujer la conductora del valioso cargamento y que a su lado transportaba a su hijo con discapacidad como “pantalla” para eludir la requisa, en este caso, la que desplegaron los agentes de la Aduana.
A medida que las comunicaciones con los primeros detalles del operativo eran elevados al Juzgado Federal de Primera Instancia de Posadas, a cargo de María Verónica Skanata, desde la Secretaría 4 correspondiente se respondía con la orden de detención e incomunicación para la sospechosa de violar la ley 23.737 y la solicitud para que un familiar directo se presente y quede como responsable de la guarda y tutela del menor.
El “narcocamión” en febrero
El miércoles 20 de febrero de este año, un camión Scania perteneciente a una empresa de transporte registrada en Paraguay fue descubierto con compartimentos meticulosamente adaptados en un acoplado para ocultar una millonaria carga de estupefacientes.
Agentes de Aduana en el puente Posadas-Encarnación detectaron 46 kilogramos de pasta base para cocaína, 31 de la misma droga ya procesada en su máxima pureza y 15 en cogollos de marihuana, de mayor contenido de THC, en el vehículo que se dirigía hacia Uruguay de acuerdo a los papeles presentados por el conductor de 32 años, también oriundo de Paraguay y que quedó detenido a disposición del Juzgado Federal de Posadas.
Los dos contenedores sobre el acoplado estaban vacíos, en cuanto a algún tipo de carga de cereal o de manufactura, por lo que, tras revisar la documentación pertinente, los aduaneros decidieron que la observación con la tecnología de rayos espectográficos fuera exhaustiva en varios tramos de la carrocería y notaron las alteraciones o modificaciones. La requisa digital indicaba que tanto en parantes como en los pulmones del chasis se veían series de paquetes similares acomodados.