El informe de la Unicef detalló también que un 20% de los niños menores de 5 años de América Latina y el Caribe presentan trastornos de crecimiento como consecuencia de una mal nutrición que puede comenzar incluso antes de los seis meses de edad.
De acuerdo al documento, nuestro país es el que tiene mayor prevalencia de estas enfermedades, donde casi 2 de cada 5 adolescentes tienen sobrepeso. “El sobrepeso infantil puede conducir a la aparición temprana de diabetes tipo 2, estigmatización y depresión, y es un fuerte factor de riesgo para el desarrollo de obesidad en la edad adulta, con graves consecuencias para la salud y la economía”, indicó Unicef.
El informe precisa además que en 2018, “4,8 millones de niños y niñas menores de 5 años sufrieron retraso en el crecimiento, 0,7 millones de mal nutrición y 4 millones tenían sobrepeso, incluyendo obesidad”. Estas tendencias reflejan un crecimiento deficiente y ponen a los niños en riesgo de sufrir infecciones, disminuir sus habilidades de aprendizaje y, en algunos casos, morir.
Fernando Zingman, especialista en salud de Unicef Argentina, señaló que en el documento se “señala que, además del serio problema de desnutrición, la región está atravesando una situación grave por la mal nutrición que afecta la salud de chicos y chicas” ya que 1 de cada 5 menores padecen trastornos vinculados a una incorrecta alimentación.
En Argentina “el 43 por ciento de chicos entre 5 y 17 años tienen obesidad o sobrepeso, según la Segunda Encuesta Nacional de Nutrición y Salud, y es un número que se profundiza en los adultos”, afirmó el especialista y remarcó que “el 50 por ciento de los niños y niñas que egresan de la escuela lo hacen con sobrepeso u obesidad”.
Principal problema de salud pública
En este sentido, Zingman explicó que la obesidad y el sobrepeso genera “problemas en el presente” de los niños y adolescentes ya que conlleva una “reducción de la movilidad, lo que los excluye de algunas actividades y a veces son estigmatizados o víctimas de bullying, generando depresión”.
Asimismo, aclaró que además de los problemas de corto plazo, este tipo de patologías genera en adolescentes o adultos jóvenes “enfermedades que eran de adultos mayores como diabetes tipo 2, hígado graso y otras enfermedades metabólicas o cardiovasculares”.
Para Zingman, la obesidad o el sobrepeso son “el principal problema de salud pública” y que, en consecuencia, se debe “abordar de frente el tema de la mal nutrición”. Para ello es fundamental “una buena rotulación en los productos para el consumo, una regulación de las cosas no saludables que se comen”.
“Hay escuelas que no tienen agua potable, pero los kioskos o bufetes venden bebidas azucaradas”, apuntó el especialista y consideró que con esta situación “nos endeudamos a futuro, cortando y quitándoles años de calidad de vida a niños y adolescentes”.
La mal nutrición “por exceso” no se cambia ni corrige con “una aproximación médica. Desde muy chiquitos, los niños y niñas se adaptan a ciertas modalidades de consumo, los hábitos de comida son importantes y se adquieren desde el comienzo”, apuntó el especialista.
Fuente: Agencia Nacional de Noticias Télam