Misiones tendrá un representante en la Selección Argentina de Wushu Kung Fu, que viajará el próximo lunes 14 de octubre hasta la ciudad de Shangai, China, para competir en el Mundial de la categoría que arranca el sábado 19 hasta el 26 de octubre.
¿Quién es? Agustín Peralta, un joven posadeño de 21 años que practica kung fu desde que tiene cuatro y que ahora tendrá la posibilidad de defender la celeste y blanca en la cita mundialista. “Mi objetivo es dejar en alto a nuestros colores”, le dijo a EL DEPORTIVO a días de embarcarse hacia China.
Agustín empezó a practicar kung fu de la mano de su papá, Jorge Ricardo Peralta, que tiene una escuela de la disciplina en Villa Cabello.
“Él fue quien me guió y me abrió los caminos para seguir en este hermoso deporte”, contó. Comenzó con formas y luego viró hacia el combate. Desde 2009 forma parte del seleccionado nacional, pero este año logró sumar la cantidad de puntos suficientes para ganarse un lugar, por primera vez, en la delegación argentina que estará en China.
“El año pasado competí en Uruguay, y después en un Panamericano donde me fue bastante bien. Este año salí primero en el Torneo de Apertura en abril y a la semana siguiente me confirmaron que tenía la sumatoria de puntos necesaria para clasificar al Mundial”, contó el joven a EL DEPOR.
Agustín participará en la categoría de 56 a 60 kg en combate. Será uno de los cuatro representantes argentinos en esta modalidad, el único misionero, y uno de los siete integrantes de la delegación que también está conformada por otros tres deportistas que se especializan en formas.
“El 19 (de octubre) es la apertura del Mundial, donde se hacen los pesajes y se empieza a definir qué países compiten con cuáles. Desde el 20 empiezan cuatro días de competencias y clasificaciones. A medida que vas compitiendo vas clasificando para llegar a la final”, explicó.
El objetivo de Agustín es claro. “Dejar en alto nuestros colores, a nuestra selección, lo más importante para nosotros. Y que se vaya difundiendo cada vez más nuestro deporte, que es el kung fu, que sea reconocido y nos puedan dar una mano porque es todo a pulmón, cuesta mucho, es todo sacrificio”, señaló el joven que a la vez contó que, en la previa al Mundial, con su papá golpearon muchas puertas en búsqueda de una ayuda que nunca llegó. “Todo fue por el sacrificio de mis padres, mío y de mi familia”, afirmó.
Sacrificio que valió la pena, porque el próximo lunes Agustín se calzará la pilcha de la Selección y se subirá al avión para su primera participación mundialista.
Allá, en China, tendrá que hacer malabares para hacerse entender o descifrar lo que digan los chinos porque no practicó nada del idioma todavía. “Va a estar complicado”, dijo entre risas y aclaró que allá los esperará un traductor que será quien los acompañe durante el Mundial. Que también los acompañen los éxitos.