Por primera vez, San Ignacio tiene río. Y eso que el Paraná siempre estuvo a su lado. Después de tres años, el Club Náutico San Ignacio Kayak es un sueño hecho realidad. Se trata de la primera entidad de canotaje que funciona en el pueblo y que busca contener a un centenar de jóvenes que hasta entonces sólo atinaban a mirar de lejos el agua.
“La meta es principalmente social, de contención. El grupo con el que estamos trabajando son gurises mayores, de 24 o 25 años, que trabajan todo el día en la tarefa y van a la escuela nocturna. Son chicos que muchas veces no pudieron tener los logros que todos necesitamos para realizarnos como seres humanos, un reconocimiento”, explica a EL DEPORTIVO el entusiasta y primer presidente del San Ignacio Kayak, Silvio Marcelo Benítez (52), mentor de la entidad.
Benítez , profesor de Educación Física, es oriundo de 25 de Mayo, pero vivió casi toda su vida en Posadas. En la capital provincial, durante los noventa, fue uno de los impulsores del canotaje en las escuelas, además de ser pionero del Club Río Paraná, hoy por hoy uno de los exponentes del canotaje en Misiones y la región.
“Soy un fanático del canotaje, lo practico desde que tengo 15 años, cuando empecé en el ya desaparecido Club Misionero de Canotaje”, recuerda Benítez, quien se mudó a San Ignacio en 2017 y, desde entonces, encendió la mecha de esa pasión en los más chicos de la zona.
“En febrero de 2017 me presenté en la Municipalidad, empezamos con la Fiesta Internacional del Kayak y después con la Escuela Municipal, que comenzó en 2018, después de que Yacyretá nos donara un par de botes para las prácticas. Con esos botes empezamos a trabajar en la playita Del Sol, frente a Prefectura. Y ahí empezó todo un nuevo contacto con los chicos”, recordó el profe.
Y pasó lo que ya le había pasado varios años atrás en Posadas. Por cuestiones de trabajo, Silvio daba sólo dos clases semanales.
Pero los chicos pedían más y más. Exigían. “Entonces nos sentamos a charlar con los chicos y les tiré la idea de hacer un club. Ya habíamos venido a competir a Posadas, no nos había ido bien, pero los chicos se embalaron”, cuenta Benítez, quien entonces encaró al intendente de San Ignacio con la idea del club. “Como el municipio contaba con un terreno que daba al río, nos lo cedieron. Y ahí también empezamos con lo de la personería, que ahora finalmente se dio”, explicó el entrevistado. Es que días atrás el San Ignacio Kayak es formalmente un club, con todas las de la ley, y fecha de fundación en el 2 de julio de 2019.
Benítez, hombre de fe, asegura que “el que no da, no recibe”. Y esa lógica es la que intenta implementar en el día a día con los chicos del club, a los que les falta de todo, menos las ganas.
“Cuando vinimos al último Provincial, nuestros chicos ganaron en kayak 4.30, piraguas y damas mayores. Quedaron enloquecidos. Uno de ellos me dijo ‘había sido que era lindo ganar’. Y eso me quedó acá, en la garganta. Ese es nuestro motor desde el principio. Estos gurises tarefean, van a trabajar a la forestal, laburan duro todo el día, todos fuman. Y el canotaje les da eso que no tuvieron en la vida, encontrar un motivo, una superación”, se emociona Benítez, quien entonces agrega: “Cuando los chicos empiezan a fracasar, fracasar y fracasar, por ejemplo en la escuela, caen en un abismo. Y sucede que estos chicos nunca tuvieron ese espacio donde sentirse bien, donde sentirse ganadores, donde lograr algo. Todos como seres humanos necesitamos en algún momento de nuestras vidas sentirnos realizados. Y eso logra el deporte en ellos”.
Benítez explica todo eso en palabras. Dice que los “gurises”, como los llama, pasaron a ir a competir a Posadas y ganarles a chicos de toda la provincia. “Para ellos, eso fue único, no se lo olvidan más. Hasta hoy todavía lo cuentan. La fuerza que les da a ellos, a estos chicos del interior, ese tipo de cosas, es fantástico. Uno de los chicos, que incluso tuvo problemas con las drogas y fuma desde que tiene nueve años, ya me dijo que le gustó tanto que quiere seguir compitiendo y que va a dejar de fumar. Ese es nuestro triunfo”, cierra Marcelo Benítez.
El San Ignacio Kayak aún no tiene edificio. Mucho menos, vitrinas. Tampoco hacen falta. Más allá de los trofeos, son esos pequeños triunfos los que ya lo hacen un club grande.