Dos vecinos de Puerto Iguazú fueron condenados luego de haber estado involucrados en un ataque a balazos. El hecho ocurrió en 2016 y antes que el caso llegara a debate prefirieron pedir un juicio abreviado. La víctima fue un joven de 21 años, quien recibió un disparo de arma de fuego en medio de una aparente discusión por una exnovia.
El doctor Federico Rodríguez, fiscal ante el Tribunal Penal de Eldorado, presentó ante los magistrados el acuerdo al que llegaron con la defensa.
Los acusados se reconocieron autores del hecho que se les endilgaba y aceptaron la pena por los delitos cometidos.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 21 del 3 de julio de 2016, en inmediaciones de la “Plaza de los Niños” del barrio Villa Alta. En ese lugar se encontraban dos hermanos en compañía de dos mujeres jóvenes.
En un determinado momento los muchachos se retiraron hacia una cancha de fútbol que estaba en las inmediaciones a orinar. Llegaron dos individuos en moto y comenzaron a seguirlos. Una de las chicas los conocía, había sido pareja de uno de los sospechosos. Le dijo a su amiga “aquí va haber problemas”.
El dúo, resultó que también eran hermanos. Sorprendieron a los otros dos y comenzaron a increparlos. El que era exnovio de una de las chicas extrajo un arma de fuego de entre sus ropas y le recriminó la relación que tenía con ella. Textualmente le dijo: “¿vos me tenés bronca? ¿me querés pegar? El agredido le dijo que se fuera, que no quería tener problemas. Decidido a buscar pleito, el violento lo golpeó en la cabeza en el lado del ojo izquierdo con un revolver calibre 22. Seguidamente le apuntó directamente al pecho y gatilló dos veces sin que salieran los disparos.
Pero no era la única amenaza que se cernía contra la víctima, porque también entró en acción el hermano del principal agresor. Intentó golpearlo con un botellazo en la cabeza, pero “saltó” el hermano de la víctima a defenderlo.
Todo esto ocurrió en fracciones de segundos y en el lugar siguieron escuchándose varias veces el ¡clack! del gatillo sin que salieran las balas hasta que una salió del arma sin que impactara en nadie. La víctima atinó a correr, escuchó más gatillazos y un estruendo seguido de un fuerte dolor en el glúteo derecho, cayéndose al suelo.
La pareja seguía de cerca todo lo que ocurría y al ver herido a su concubino fue a ayudarlo. Su ex se aproximó a ella, le apuntó a la cabeza pero no gatilló. Eligió escapar en su motocicleta.
Literalmente por fortuna, la víctima salvó su vida. Primero no salieron los proyectiles del arma y cuando salieron, uno se perdió en la noche y después el otro si bien ingresó a su cuerpo, quedó alojado bajo la piel, sin que revistiera gravedad la herida.
La seriedad de los hechos llevó a los hermanos agresores a que se les iniciara una causa penal.
Cuando la propuesta de juicio abreviado fue analizada por los magistrados del Tribunal, tuvieron en cuenta que los imputados no tenían antecedentes. Finalmente aceptaron la calificación y las penas propuestas en el acuerdo.
Por ello resolvieron condenar a Daniel Omar Insurralde (23), a la pena de dos años de prisión efectiva más costas, e inhabilitación especial para portar armas por el término de dos años, por ser responsable del delito de “lesiones leves agravadas por el uso de arma de fuego en grado de tentativa, y amenazas agravadas por el uso de arma en concurso real en calidad de autor” artículos 89 en función del 41 bis, 42, 55 y 45 del Código Penal Argentino (CPP).
También resolvieron condenar a Sandro Manuel Insaurralde (36), a la pena de un año de prisión en suspenso por el delito de “lesiones agravadas por el uso de arma de fuego en grado de tentativa en carácter de partícipe secundario en calidad de autor” artículos 89 en función del 41 bis y 45 del CPP.
La sentencia lleva la firma de Atilio León, presidente del Tribunal, y las magistradas Lyda Inés Gallardo y María Teresa Ramos.