De acuerdo a las primeras observaciones y pericias realizadas por los criminalistas de la Unidad Regional III, Humberto Keller (50) fue asesinado con ensañamiento, con golpes de elementos que le produjeron heridas múltiples en la cabeza, de trozos de madera y restos de mampostería, pero que además le prendieron fuego al cadáver y luego fue parcialmente devorado por ratas y mordidas de perros.
El hallazgo del hombre empadronado en Candelaria, pero que sin domicilio fijo deambulaba por el norte de la provincia, se produjo ayer a las 8.30 tras la observación de un vecino de calle Callao, ya en zona semirrural y a medio kilómetro del acceso al barrio Unidad, altura del kilómetro 18 de Eldorado.
El olor nauseabundo y las ausencias repentinas de todos los habitantes de una construcción derruida derivaron en el alerta a la comisaría Tercera de la UR-III cuyo comisario y sus subalternos dieron con el occiso que tenía la mayor parte del cuerpo chamuscada por el fuego, las piernas comidas por los perros y roedores, y la cabeza destrozada con heridas detalladas por fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, de la siguiente manera: “contuso cortante en mejilla izquierda de cinco centímetros de largo, otra de veinte centímetros en la región frontal del cráneo (en el arco superciliar), herida cortante desde la mejilla hasta la oreja derecha y un corte profundo desde el labio superior hasta la frente”.
“Imposible de describir, fue masacrado a golpes”, confió uno de los voceros a este Diario.
Según las estimaciones, el crimen fue cometido no menos de 24 horas antes del descubrimiento de los restos y entre las primeras medidas ordenadas por el juez de Instrucción de turno, Roberto Horacio Saldaña, se solicitó autopsia para determinar la muerte mientras los investigadores desplegaron la pesquisa y allanamientos que produjeron dos detenciones, de un joven de 25 años y un hombre de 30, ambos residían en los resto de la vivienda con Keller y eran los habitualmente denominados “compañeros de tragos”.
El primero de los sospechosos, de 25 años, fue ubicado en inmediaciones al barrio Unidad, no opuso resistencia y fue llevado de inmediato a la seccional Tercera a disposición de la Justicia.
El restante fue atrapado durante la siesta de ayer en la comunidad mbya de Perutí. Fue el propio cacique quien guió a los policías hasta el hombre que describieron los testigos, de 32 años y que se encontraba en presunto estado de ebriedad, de acuerdo a sus movimientos, dificultades para hablar y fuerte aroma etílico que emanaba.
Ambas demoras preventivas se extenderán al menos hasta que se realice la autopsia en la Morgue Judicial de Posadas a Humberto Keller, lo que podría ocurrir hoy o mañana, se confirme el homicidio y su causa respectiva.