Claudio Fabián Dorosz (49) es profesor de educación física, poseedor de un carisma especial con los niños. Hace más de veinte años es el gran referente de la animación infantil en Oberá y en la provincia. Para pagarse los estudios terciarios animaba cumpleaños sin pensar en que se transformaría en una pasión que lo llevaría a recorrer escenarios de todo Misiones. Actualmente, además de dar clases en el Nivel Inicial, tiene a su cargo la cátedra de Recreación en un curso del Profesorado de Educación Física del Linneo y en primero y cuarto año en la misma carrera en Aristóbulo del Valle. “Empecé la carrera con el límite de edad, tenía 25 años. Mi profe de Recreación era Angelito (Dalmau), me enganché con él para actividades en un lugar que se llamaba Mundo de la Selva, yo era su ayudante. Después el profe Carlos Carrara me llamó para hacer juegos para chicos de las iglesias. Además, animando cumpleaños me pagué la carrera. Hacía las canciones que aprendía en el profesorado, eso me llevó a tener mis propias canciones, sin darme cuenta me encontré animando grandes fiestas”, señaló.
Afirmó que su mejor público son los niños. “Me siento cómodo con ellos. Me defino como una persona que hace lo que le gusta y esto es una pasión. Estuve en la Fiesta Nacional del Inmigrante, en las jornadas con las escuelas. Además en todas las fiestas nacionales de la provincia. Casinos, también en la localidad de Santa Margarita, Santa Fe. La verdad que al parar me doy cuenta de todo el tiempo que pasó”.
Hace veinte años es el animador de la Fiesta del Día del Niño que organiza en agosto, un conocido supermercado de Oberá. En una de las primeras ediciones compartió escenario con Fausto Rizzani, a partir de ahí, convocado por Daniel Stefani, acompañó al cantante a lo largo de varios años. “Es con quien mayor tiempo llevo. Encontré al profe de música Agustín Cardozo que me acompaña con teclados, también Marcelo Gomez en batería. Hace un tiempo se sumó Dani Lopez con teatro, por lo que creamos un espectáculo integral, en algunas oportunidades llegamos a ser quince personas en las presentaciones. Depende de lo que me piden puedo ir solo con Agustín o con todo el grupo”, destacó.
Las fiestas del niño que organiza la Municipalidad o fiestas de fin de año para los bajitos siempre lo tienen al frente. “Empecé cuando Rolo (Dalmau) era intendente y me siguieron contratando todos los años hasta la gestión actual. Muchas veces me encuentro con personas que me dicen que fueron público de alguna fiesta y ahora traen a sus hijos o nietos”, reconoció.
A pesar de los años que lleva con el oficio, asegura que los nervios antes de salir a escena permanecen como la primera vez. “Pero veo la sonrisa de los niños y me olvido de todo. Las demostraciones de afecto que recibo de ellos es impagable. Que canten conmigo, salten, bailen, la devolución es increíble. Nunca pensé que me pasaría esto, simplemente se fue dando”.
Las canciones clásicas son parte de sus presentaciones. “El repertorio se va modificando, pero la Gallina turuleca, hola Don Pepito, Tiburón, no pueden faltar. Me duele cuando un niño sabe todo la letra de un reggaetón y no de las canciones infantiles”, subrayó, y conmovido afirmó que solo le queda agradecer. “Agradecer a Dios que me dio este don, a mis padres, mi mamá que es mi crítica número uno. A los profesores que me formaron y dejaron fluir mi vocación y sobre todo a los chicos, sin importar la edad, porque hay adultos que se animan a jugar y cantar. No pienso a futuro, disfruto hoy de estar y de sacarles sonrisas, carcajadas. Ojalá haya más personas que se dediquen a esto y a mantener las canciones infantiles”, concluyó.