La Biofábrica de Misiones desarrolla tecnología con el objetivo de brindar transferencia de conocimientos y asistencia técnica. Ejemplo de ello es el Phytolab que el año pasado fue premiado por INNOVAR 2018. Ya se vendieron tres unidades a distintas provincias y se encuentra en fabricación un cuarto modelo que será presentado en la edición número 30 del Congreso Internacional de la Caña de Azúcar que se realizará en Tucumán, entre el 2 y el 5 de septiembre, que contará con la participación de representantes de más de 80 países.
El Phytolab Biofábrica Móvil es el resultado de más de diez años de investigación, desarrollo de conocimiento y experiencia en la conservación y propagación masiva de plantas elite a partir de técnicas biotecnológicas, para la mejora productiva agroindustrial, la conservación o restauración ambiental.
Se trata de una versión prefabricada, móvil y de escala ajustable del modelo de biofábricas. Reúne las mismas condiciones de trabajo que un laboratorio biotecnológico industrial, tales como control de asepsia, temperatura, humedad, presión e iluminación, pero requiriendo un tercio de su inversión y costo operativo de trabajo para cualquier programa.
“Es un laboratorio portable tipo biofábrica adaptado a un contenedor, donde nos hemos asociado con un industrial que pone la parte de fierros y nosotros la tecnología de plantas. Ya comercializamos tres unidades y estamos construyendo la cuarta que se presentará en el Congreso Internacional de la Caña de Azúcar en Tucumán”, comentó al respecto el presidente de la Biofábrica, José Cabral.
Señaló que el sector cañero “necesita semillas saneadas, rejuvenecidas y nueva genética todos los años para mantener las ganancias de productividad”, por ende sostuvo que el Phytolab “es una herramienta que puede ser incorporada” justamente para lograr estos objetivos.
Características
Phytolab está hecho sobre la base estructural de un container marítimo. Esta unidad protege las mercancías de la climatología y se encuentra fabricada de acuerdo con la normativa ISO-668 (International Organization for Standarization), por ese motivo también se conocen con el nombre de contenedores ISO.
Su estructura es de Acero Cor-ten con una composición química que proporciona características particulares y protegen la pieza realizada frente a la corrosión atmosférica sin perder sus características mecánicas. Puede usarse para el rescate, la introducción y conservación in vitro de material vegetal con espacio para más de 20 mil establecimientos.
Su producción puede superar el millón de vitroplantas anuales, dependiendo del espacio y de la especie, empleando Sistemas Integrados de Semisólidos y Líquidos (SIT).
Además, se utiliza para la formación de recursos humanos, ajuste de protocolos, validación de producción, innovación e implementación de tecnologías transversales.
Se mencionó que cada unidad posee un costo de entre 300 mil y 400 mil dólares y que ya se vendieron tres contenedores a localidades como Formosa, Córdoba y Buenos Aires respectivamente. Asimismo, se prevé ofrecer la cuarta unidad en el ámbito del Congreso Mundial de la Caña de Azúcar en Tucumán.
Por otra parte, también indicaron que se puede aplicar esta tecnología al sector forestal y tabacalero para la producción de plantines; o a su vez utilizarse como módulos educativos para universidades adaptada a requerimientos de capacitación y entrenamiento en el cultivo de tejidos vegetales.