Wilmar Müller, comentó a este Diario que “quien es feriante está un poco mejor que otros colonos porque viene los fines de semana a la feria y después, la cosecha gruesa les queda para capitalizarse”.
En cuanto a lo que representa a nivel económico, deslizó que “hay un promedio de 5.000 pesos por semana que vende cada feriante. Es decir que serían unos 300 millones de pesos por año de movimiento interno sólo con las ferias francas”.
Si bien a nivel provincial se contabilizan 54 ferias, recordó que todavía no hay puestos de este tipo en todos los municipios. Sin embargo, en todas las comunas sí hay feriantes quienes se trasladan hasta los puestos de ventas.
En relación a los desafíos, Müller relató que una de las preocupaciones -al principio- era abrir más ferias en la provincia. “Hoy el desafío que se encara es que siempre se cuente con producción fresca. La idea es aumentarla porque la demanda es grande”, apuntó.
Con el pasar de los años, los colonos fueron introduciendo nuevos productos con la idea de captar a más consumidores. El titular de Interferias reconoció que “las conservas crecieron mucho, como así también ahora hay verduras todo el año y antes algunas sólo se conseguían en la estación correspondiente. Además, otro punto que cambió es que se comercializaban los excedentes y hoy se produce para las ferias”.
Además, consideró que la introducción y la aplicación de la tecnología es un factor clave para que la producción se mantenga durante todo el año. “Hay que hacer frente a las lluvias, las heladas, el granizo y el frío; por eso se debe ir perfeccionando las técnicas para tener producto todo el año” a pesar de las adversidades climáticas, concluyó.