Personal policial que estuvo en la escena del triple crimen contó que para acceder a la Colonia Fortaleza, primero se deben transitar unos 15 kilómetros desde el casco urbano de San Pedro hasta colonia Paraíso (donde se encuentra la comisaría Segunda).
Luego otros 10 kilómetros por caminos terrados hasta llegar a la humilde y precaria vivienda donde fueron halladas las víctimas. La casa del vecino más cercano está situada a unos 150 metros. Por si fuera poco, desde esa propiedad no se puede ver el inmueble de la familia masacrada.
En la penosa pero necesaria labor de reconstruir las últimas horas de la madre y de sus dos hijos, se supo que aunque hubieran gritado nadie hubiera escuchado los pedidos de auxilio. Bastante cerca del hogar de las víctimas trabajaron prácticamente todo el día máquinas viales y camiones. Quizás algún circunstancial poblador podría haber oído. Sin embargo no fue así. El destino trágico de la familia estaba sellado.
Las lesiones del detenido
Anoche al cierre de esta edición este Diario tuvo acceso al parte médico oficial emitido por médicos del hospital SAMIC Eldorado, donde constaban las lesiones del detenido.
El joven presentaba “múltiples heridas en el rostro compatible con orificio de entrada de perdigones los cuales le provocaron fracturas de huesos del macizo facial herida cortante en región anterior del cuello producido por arma blanca. Con un tiempo de curación de 45 días, de no mediar complicación”.
Desde el Juzgado de Instrucción 3 de San Vicente, a cargo del magistrado Gerardo Casco, el caso estaba caratulado en forma preventiva como “femicidio”, además del asesinato de los dos pequeños.
Era materia de investigación además si hubo un arma de fuego implicada por los supuestos perdigonazos que tenía el joven, por lo que se profundizaba la búsqueda y rastrillaje en la escena con el objetivo de hallar algún tipo de escopeta o rifle, indicaron las fuentes consultadas.