Fue, sin dudas, la foto del fin de semana. Y una de las imágenes más impactantes de los últimos tiempos en el deporte misionero. Sin embargo, pese a lo sucedido, el principal protagonista salió casi ileso, con apenas una luxación de clavícula. Para el piloto Adrián López (46), el vuelo que protagonizó el domingo en el autódromo de Eldorado fue mucho más que un accidente automovilístico.
“No hay que correr más en circuitos terrados, lo vengo diciendo desde hace rato, esto tiene que ser un punto de inflexión. Si era un autódromo asfaltado, todo terminaba en un despiste y nada más”, dijo ayer López, el día después del incidente. El correntino habló con EL DEPORTIVO, relató cómo vivió todo desde la butaca del conductor y aseguró que el hecho debe generar una toma de conciencia entre los pilotos, un antes y un después.
Todo sucedió el último domingo en el Auto Moto Enrique Seeber, por la cuarta fecha del Campeonato Misionero de Automovilismo en Pista, en una de las finales de la Clase 1. López, oriundo de Virasoro, guiaba su Fiat Uno cuando al llegar a la primera curva recibió un toque de Federico Puerta. Golpe al talud de tierra y un vuelco impresionante.
“Primero pensé que fue en otro lugar el accidente, estaba confundido en cuanto al lugar. Fue bien en la frenada, cuando empezamos a frenar, sentí el toque de Puerta, fue leve, pero con el auto frenado. Y eso derivó en el desenlace”, contó López, quien hasta el domingo por la tarde recordaba poco y nada de lo ocurrido.
Este lunes, en cambio, comenzó a recuperar la memoria. “Ese toque me mandó contra el talud de tierra, ahí di un trompo en el aire, alrededor de un metro por encima del suelo, y cuando estoy por caer, el auto de Puerta me pega otra vez en el vértice del capot y ahí me levanta para arriba, como se ve en la foto”, explicó el oriundo de Gobernador Virasoro, a 90 kilómetros de Posadas.
¿Se puede explicar en palabras ese momento desde adentro del auto? Aunque difícil, López lo intenta. “Tras el primer toque, atiné a cerrar los ojos y escuché los ruidos de los impactos. No te da tiempo a pensar. Fueron apenas dos o tres segundos. Cuando abrí los ojos, el auto ya estaba quieto. Miré un poco para los costados y sentí que me dolía el hombro. Enseguida llegaron los auxiliares, me dijeron que no me moviera y me empezaron a preguntar si estaba bien”, rememoró el correntino. Propio de una película.
López es consciente de que pudo ser peor. “Tuve suerte, bastante, para estar con tan pocas lesiones. En realidad, mucha suerte, más allá de que hoy me duele todo el cuerpo”, aseguró, minutos después de retirarse de la clínica posadeña en la que ayer culminó con los estudios para ver si todo estaba en orden.
El piloto virasoreño corre desde los 19 años en la tierra colorada. En total, suma 11 años en karting, 2 en motocross, 14 en el Turismo Misionero y este es el segundo en la Clase 1. “Nunca me pasó algo tan fuerte”, reflexionó, tras lo cual aseguró que no vio aún cómo quedó el Fiat Uno.
“Cuando llegué de vuelta al autódromo, estaba tapado, pero calculo que no sirve más. Veremos si tiene reparación y, si no, armaremos otro, ya que la idea es seguir corriendo”, admitió.
El episodio que tuvo como protagonista a López reflotó la polémica sobre la seguridad de los autódromos terrados. En ese sentido, el correntino fue tajante: “No hay que correr más en circuitos de tierra, lo vengo diciendo desde hace rato. Fijate en Eldorado, por ejemplo, corremos encajonados, dos metros por debajo del nivel, no tenemos vía de escape. Si fuera en el asfalto, esto hubiese sido apenas un despiste”.
López aseguró que está en contra de correr en autódromos de tierra, aunque reconoce que, como arrancó bien las primeras fechas y viene arriba en el campeonato, decidió estar presente el domingo en Eldorado.
“Nunca me había pasado nada hasta ahora, pero siempre vi cómo le pasaba a otros pilotos. Y este año, como me fue bien en las primeras carreras, me fui a la tierra, sabiendo que no hay que ir”, lanzó López, quien pidió a la Federación Misionera de Automovilismo Deportivo (FeMAD), dirigentes y pilotos que tengan en cuenta lo sucedido para tomar una resolución. “Ayer, sólo en una de las finales de la Clase 1, volcaron otros tres autos. Adelante mío volcó Pérez y después se rompieron dos más. Y pasó lo mismo en las otras categorías”, argumentó al respecto.
Por último, López aseguró que, una vez que se presente nuevamente para correr, no volverá a hacerlo en circuitos terrados: “Si llegó a armar el auto o volver con otro, sólo voy a correr en asfalto. Este tiene que ser el punto de inflexión. Se habló varias veces de hacer un campeonato en tierra y otro en asfalto, porque también es cierto que los clubes no recaudan y no pueden emprender una obra como el asfaltado sin el apoyo estatal. De todo eso se habló mucho, pero al final no pasó nada”, cerró.