Luego del espectáculo inolvidable a comienzos de marzo, el público de la peña “Misionero y Guaraní” quedó con ganas de más. Por eso el cura, poeta y músico Julián Zini regresó este fin de semana a la peña donde dedicó a los presentes un repertorio cargado de sentimientos y emociones previo al Día del Padre.
En una entrevista con Primera Edición, el artista dijo que “cada vez que vengo a Posadas, encuentro en la peña ‘Misionero y Guaraní’ un hermoso ambiente serio, pero amigable, donde podes abrirte y donde me gusta estar. Es un lugar donde podes desnudar las canciones y sacar su ropaje y cantarle el motivo donde nació cada canción directamente a su público. A veces eso ayuda mucho y más ocurre con la poesía cuando querés trasmitir verdades y valores. La poesía tiene contenido, alegra y ayuda al corazón al que lo escucha y eso crea un lazo y una relación entre el artista y el público que es hermoso. Nos sentimos realizados de alguna forma porque compartimos verdades, valores, experiencias y emociones que nos ayudan a seguir viviendo”.
Zini hizo hincapié en que “lo fundamental de cada encuentro es recuperar una identidad que la tenemos, pero a veces como escondida, o ninguneada; la vamos dejando de costado. Y por ahí se nos viene el presente y nos apura el futuro de nuestros hijos, de nuestros nietos y en ocasiones no sabemos qué decirle, qué recordar, cuáles son nuestras raíces. Por eso es importante contarles de nuestra cultura y de nuestra historia para que no queden flotando, porque no es sólo esto, sino que hubo muchas cosas atrás”.
El chamamé es una trinchera cultural, desde ella resistimos a las invasiones desde hace mucho, y sobre todo a la ‘invasión cultural’ que precisamente va unido también a lo social y a lo religioso que abarca al hombre. El chamamé es como la fiesta, porque la fiesta abarca la vida y el chamamé también
Sobre el autor
El padre Julián Zini nació en Paraje El Centinela, Ituzaingó, Corrientes, y anotado en San José, Misiones, el 29 de septiembre de 1939. Poeta, músico popular e intérprete dedicado al lenguaje y al cancionero de raíz folclórica del Litoral.
Sus letras presentan un enfoque que enraíza tanto en las tradiciones de la región litoraleña, como en la cultura popular emergente del hombre profundo de la región. Al tiempo, entronca con un compromiso concreto en favor de la memoria, la identidad y la justicia social frente a la realidad de opresión y pobreza impuestas por décadas al pueblo correntino y guaraní.
Sus temas se hicieron muy populares en todo el país a mediados de los ‘80. Especialmente a partir de la producción discográfica de grupos chamameseros renovadores como Los de Imaguaré y Reencuentro, como en la actualidad con el grupo Neike Chamigo. Es autor y compositor de “Compadre, qué tiene el vino”, “Qué triste y qué lindo”, “Antonio Gil”, “Cambá Violín”, “Tierra prometida”, y del rasguido doble “Mi niño chiquito”, entre otros.
Julián Zini, quinto de siete hermanos, hijo de Leoncio Gerónimo y Celia Gallardo, vivió su infancia en Paraje Cambaí, en Monte Caseros, Corrientes, a orillas del río Miriñay, antiguo puesto de las Reducciones Jesuíticas. Realizó estudios de Filosofía y Teología en el Seminario Menor en la ciudad de Corrientes, y los completó en el Seminario Mayor de La Plata, Buenos Aires.
Ordenado sacerdote en 1963 por Alberto Devoto, primer obispo de Goya, fue consecutivamente cura párroco en las ciudades de Mercedes, Curuzú Cuatiá y Goya, Corrientes. En 1967 formó parte del Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo junto a Miguel Ramondetti, Osvaldo Catena, Domingo Bresci y Luis Farinello, entre otros.
Actualmente es vicario episcopal para la Cultura del Obispado de Goya, con destino en la parroquia San José Obrero, de la misma ciudad. En los últimos años realizó giras artísticas por los pueblos del interior de las provincias de Corrientes, Chaco, Formosa, Misiones, Santa Fe y Entre Ríos. Además, dio charlas y recitales tendientes a crear conciencia respecto a la preservación patrimonial y defensa de las riquezas naturales de la región.
Aquí, su prédica acerca de la importancia del Acuífero guaraní, de las aguas del Yberá y de los ríos Paraná y Uruguay, es acompañada por diversos artistas populares como Teresa Parodi, Antonio Tarragó Ros, León Gieco y María Ofelia, entre otros. León Gieco y Antonio Tarragó Ros le dedicaron el conocido chotis Paí Julián, grabado en el disco “De Ushuaia a la Quiaca”.