Las redes sociales se convirtieron en una amplia vidriera que eligen cada vez más emprendedores para tener su ingreso principal o complementar su salario. A nivel nacional, el consumo se encuentra en picada libre sin mostrar señales de pronta recuperación. Las ventas en los supermercados y shoppings sufren una caída alarmante dentro de una tendencia que acumula nueve meses en rojo.
Al incremento de locales comerciales que cierran sus puertas obligados por la crisis comercial, se suma que los salarios vienen perdiendo seguidamente contra la inflación y los índices de desempleo continúan creciendo.
Frente a este escenario tan crítico, y por obligación ante las circunstancias o por iniciativa personal, cada vez más personas deciden apostar por el emprendimiento propio que permita acceder a un ingreso extra. En algunos casos funciona como un complemento al salario, mientras que en otros directamente es un sustituto.
Según la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE), a través de la web ya se despacharon poco más de 120 millones de productos en doce meses. Esa cifra equivale a un avance interanual del 25% medido en cantidades. En tanto, en términos de facturación la cuenta da unos $230.000 millones, lo que supone un alza cercana al 50%.
En Posadas, Valeria F., creadora de Acid Blue, sublimación y diseño de artículos e indumentaria, recuerda que en su búsqueda de ingresar al mundo comercial vivió la experiencia de alquilar locales céntricos y en avenidas principales para vender sus productos. Sin embargo, no logró superar la dificultad de tener que costear los precios de alquileres, sumado a las elevadas facturas de los servicios básicos, como luz y agua, y el gasto de transporte.
Por ello, tras varios meses de intento, decidió comenzar a operar con la venta por internet y, según valoró, encontró allí un espacio más adecuado para alcanzar sus objetivos de producción y comercialización.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, señaló: “Me queda margen de ganancia al vender por internet porque no tengo que pagar comisión, además de contar con la gran ventaja de poder manejar mis tiempos. Hasta cuando estoy durmiendo puedo ganar plata porque se consiguen compradores y ventas desde los servidores de internet que nunca paran”.
“Trabajar con internet me permite ofrecer los productos a la mitad del valor que debería ponerles en un local comercial. Encarecer la mercadería no me dejaría margen de ganancia”, agregó.
De acuerdo a su experiencia previa, cuando alquilaba locales comerciales, manifestó: “Al tener un espacio físico uno tiene gastos de todo tipo para mantenerlo. Cuesta mucho pagar un alquiler, implica mucha plata que siempre se va. Prefiero usar ese dinero para hacer inversiones en máquinas y herramientas que necesito para trabajar, eso me permite armar mi propia producción. Cubrir ahora lo que es la inflación por mes es imposible con un local comercial. Además los insumos suben por mes entre un 20% al 30%”.
Por su parte, Nadia M., emprendedora que con su marca BazArte trabaja la comercialización de envases para la industria cosmética, alimenticia y medicinal desde Lanús, Buenos Aires, relató a este Diario que “antes trabajaba en empresa de envases, eso me sirvió para aprender sobre el rubro pero después empecé a vender por mi cuenta. Eso fue porque mi sueldo se estaba yendo en mercadería, además no me gusta trabajar en relación de dependencia y siempre quise tener mi propio negocio, entonces me jugué por mi idea. Comencé a trabajar desde mi casa, con la computadora y el celular, publicando en Mercado Libre y las redes sociales. Eso fue creciendo”.
Al mismo tiempo, consideró que “como están actualmente las condiciones económicas en el país no se puede alquilar nada para tener un local a la calle. Por eso trabajo con la modalidad de showroom, donde la gente viene a retirar la mercadería, y por ahí compra alguna otra cosa más, pero siempre a puerta cerrada. No pongo local a la calle porque hay que destinar mucha plata para eso, por todo lo que te piden y cobran. Lamentablemente de esa manera se tienen muchos más gastos y sobre todo se trabaja para pagar. Prefiero manejarme con ventas por internet”.
“Además la gente está cada vez más cómoda, desde otras localidades me llegan muchos pedidos para hacer por envío, y se empieza a manejar todo por internet. La gente llega a su casa y empiezan a mandar mensajes sobre las promociones. Se busca la comodidad porque ya no hay ganas de salir a recorrer locales. Está todo en internet y los tiempos son muy cortos en la ciudad”, recalcó.
El crecimiento de la tendencia de volcarse hacia un nuevo ámbito comercial también se visualiza en Misiones, según remarcó en diálogo con PRIMERA EDICIÓN, Alejandra Muñoz, asesora que brinda sus conocimientos sobre herramientas de internet a pequeños emprendedores: “El fenómeno se da en toda la provincia pero se nota más en Posadas. Las personas están encontrando en las herramientas virtuales de las redes sociales un nicho de mercado que hasta hace poco no se explotaba tanto. Sí hace tiempo circulan publicaciones de marcas grandes, pero por primera vez la gente está animándose a armar micro emprendimientos con inversiones muy pequeñas”.
“Los emprendedores entendieron que con pocas herramientas, como una marca, un nombre y un logo, pueden empezar a tener presencia digital y aprovechan esas herramientas desde un lugar muy intuitivo”, indicó y añadió: “De a poco van encontrando sus nichos de mercado porque justamente Facebook e Instagram están armadas de forma tal que los productos pueden ser mostrados de forma orgánica a quiénes posiblemente les interese. Además estas redes están preparadas para lograr que las personas queden el mayor tiempo posible conectadas a ellas”.
Modalidad del showroom
La práctica del showroom, en crecimiento, ofrece diversas maneras de otorgarle mayor visibilidad a los productos. Se trata de espacios particulares con vida propia y un matiz de exclusividad que son habilitados en fechas determinadas. Ofrece un lugar destinado para que las marcas y emprendedores muestren sus creaciones por fuera del mercado establecido, además de abrir el encuentro con una relación más directa con los clientes.
Muñoz dijo que en Posadas: “Se utiliza mucho la modalidad showroom, es decir que desde la propia casa, departamento u oficina alquilada, una vez por semana o cada 15 días, se dispone de un espacio donde se encuentran los clientes”.