Los vecinos recurrieron nuevamente a la Defensoría del Pueblo posadeño para canalizar por allí sus reclamos. Y es que el vital líquido “llega a la medianoche y hasta las 8 de la mañana nomás. A partir de ahí, abrís la canilla y ocurren dos cosas: o no hay presión o sale aire nada más. Estamos en invierno y nos tenemos que levantar a la noche a juntar agua para cocinar, bañarnos y durante el día no hay agua”, protestaron.
En 2017, el defensor del Pueblo, Alberto Penayo, la ministra de Derechos Humanos, Lilia Marchesini, y el diputado provincial renovador Roque Gervasoni habían formado una mesa interdisciplinaria. Además, en ese año también se presentó en la Justicia un expediente.
Según indicaron desde la Defensoría, ante la reanudación de los cortes y fallas en el servicio, volverán a reactivar dicho expediente.