A la hora de programar un viaje de menores hay que tener en cuenta que deben contar con la correspondiente autorización de sus padres, que puede tramitarse en la Justicia como así también ante un escribano público.
De acuerdo a varios testimonios a los que pudo acceder este Diario, la tarea pareciera sencilla pero para ello hay que tener en cuenta algunos detalles que le permitirán ahorrarse malos entendidos o pérdida de tiempo.
En el caso de recurrir a la Justicia, deberá concurrir al Juzgado de Familia donde tendrá que sacar un turno para su atención y eso implica madrugar para obtener un número. Además, deberán estar presentes para concretar el trámite padre, madre, hijo/a con sus respectivos DNI, partida de nacimiento y/o libreta de matrimonio, porque tienen que cargarse todos esos datos y las firmas deberán certificarse. Finalmente, habrá que pagar el sellado correspondiente, establecido por ley y todo ya estará en regla para que el menor pueda viajar.
Otra de las formas de conseguir el permiso es optando por los servicios de un escribano y el procedimiento sería prácticamente el mismo, pero con tiempos más flexibles y donde todo el trámite deberá ser certificado por el Colegio de Escribanos de la Provincia. En este caso deberá abonarse, además del sellado, los honorarios del profesional.
Más sencillo
“Es un trámite que la mayoría lo termina haciendo ante un escribano por el tema de los tiempos que dispone una familia. Es bastante difícil que ocupen toda una mañana para ir al Juzgado padre, madre con su hijo para obtener el permiso, sería una falta a la escuela, que en el trabajo le permitan salir a los padres, algo que no es tarea sencilla y además nada asegura que consigan el turno y que el juez o su secretario los atiendan”, indicó Juan R., empleado de una de las empresas que comercializa viaje estudiantil.
Juan R. además explicó que “por lo general, el permiso se está pidiendo para casos de viajes a eventos deportivos, como por ejemplo para participar en una competencia, a una delegación de un club, que nos contratan en forma parcial y donde irán acompañados por dirigentes, profesores y donde no existe una responsabilidad completa de la empresa con esos pasajeros menores. Se deja constancia en la autorización que esos niños o jóvenes van acompañados por tal o cual profesor, tutor”.
También agregó que “en los viajes de egresados, ya sean de séptimo grado o bien de quinto año, se realiza un contrato en el que los padres firman dando su conformidad a los términos y condiciones que brinda la empresa, es decir, coordinadores que viajarán, por eso es tan importante saber si los mismos están registrados debidamente ante el Ministerio de Turismo de la Nación”.
Madres solteras, hijos con o sin apellido paterno
Entre tantas historias a las que accedió PRIMERA EDICIÓN, también está la de Joaquín, que todavía no fue reconocido legalmente por su padre y su madre es quien lo crió y junto a quien vive. A la hora de gestionar el permiso para que pueda viajar, su mamá chocó con “una serie de problemas” que le costó superar, según ella.
“A mi hijo no le querían dar el permiso porque soy mamá y papá a la vez pero me pedían que el padre firme. ¿Cómo voy a conseguir que el padre firme si no reconoce a mi hijo? Eso no querían entenderme, ni aceptar. Hablé con uno y con otro, incluso hasta salió una mujer que dijo que era la jueza pero no querían entenderme. Estuve desde las 6.30 de la mañana hasta casi el mediodía”, relató Ana G.
Inmediatamente agregó que “en un momento les pedí una constancia para mi trabajo, de que yo había estado allí pero no me la querían dar porque ellos no hicieron nada. Tuve ganas de irme del lugar porque a mi difícil situación de madre soltera me decían que sí o sí debía estar el padre, hasta que después de muchas idas y vuelta comprendieron y me terminaron dando el permiso”.
Para Ana G. “esto debe ordenarse mejor, ser más claros para que uno vaya y acceda al turno sin problemas. Otro de los puntos que me complicaba era que mi hijo tenía otro domicilio diferente al mío porque cuando él renovó su DNI nos habíamos mudado, yo alquilo, no tengo casa propia y eso también les generaba dudas”.
Por último dijo que “a otro de los compañeritos de Joaquín le pasó que cuando nació le pusieron el apellido de su papá pero éste los abandonó y nunca lo reconoció legalmente. Entonces sí o sí le piden a la madre una exposición o algo así, porque de lo contrario no le dan el permiso”.