De nada valieron los argumentos del defensor y del mismo, acusado. Los magistrados no creyeron la versión de que el niño de cinco años echó el tacho con agua y grasa hirviendo y se quemó solo. Juan Ademar Borges (49) terminó condenado por intentar asesinar a su esposa y al hijo de su amiga, el 14 de agosto de 2017 en el Paraje 2 de Abril, cerca de El Soberbio.
Ayer fue la última jornada de audiencias en el Tribunal Penal 1 de Oberá. Habló la esposa, el mismo Borges y luego fue el turno de los alegatos de las partes.
La mujer del imputado fue la primera en brindar su testimonio. Cabe recordar que fue llevada por la Fuerza Pública ante el estrado, dado que en la jornada anterior no se presentó habiendo sido citada con anterioridad.
“Sí, discutimos, pero es mentira que quiso apuñalarme. Lo de la criatura fue un accidente. Él tumbó el tacho”, dijo la esposa, intentado exculpar a su marido, quien llegó detenido al juicio. En otra parte de su testimonio dijo que no vio el instante en el que se el chico se quemó. “Yo estaba de espalda. Cuando mi amiga gritó, corrimos, nos chocamos y caímos las dos”, dijo la mujer.
Se encargó de reafirmar que el niño no entró a la olla, sino que el contenido “se tumbó por él”. Al respecto el defensor le preguntó su había visto a Borges tirar al chico a la olla, a lo que la mujer respondió de forma negativa.
Por otra parte, destacó que nunca dejó de ver a su marido, dado que habitualmente lo visita en la cárcel. Aunque reconoció: “Una vez peleamos feo y me amenazó que me iba matar, pero eso fue un año antes de lo que pasó”.
Discutimos por una yerba
A su turno, Borges negó las acusaciones y dijo que se dio cuenta que al chico le había pasado algo “cuando todos gritaron”. Dijo que recordaba haberse dado vuelta y ver al niño que ya estaba parado. “Le saqué la remera y el short” que estaban empapados, afirmó.
Por último, reconoció que había discutido con su esposa por el mate que tenía yerba vieja, pero que no la corrió con un cuchillo.
Pedido de pena
Al momento de los alegatos, para pedir la condena del acusado, entre otros argumentos, la fiscal Estela Salguero de Alarcón se apoyó principalmente en lo declarado por los menores que estaban en la casa cuando se desató el drama. Explicó con detalles lo que los chicos contaron en Cámara Gesell, e hizo hincapié que la esposa de Borges no quiso hacer la denuncia por querer encubrir a su marido.
La representante del ministerio público textualmente leyó lo expresado por la hermana del menor que resultó quemado. “Quería matar a la Lili con un cuchillo, ella corrió y tropezó con mi mamá. Cayeron las dos. Ahí Borges “pinchó” a mi hermanito dentro del agua. Quedó con la puntita para arriba y la cabeza para abajo”. En su estado de desesperación ante el contacto con el agua y la grasa hirviendo, fue el mismo nene el que tumbó el tacho, remató la letrada.
Luego, la fiscal prosiguió el relato de otro de los hermanos ante los peritos psicólogos. “Yo no estaba, cuando llegué. Mi hermanita me contó que Borges le quemó a mi hermano. Me dijo que le agarró de la remera y le tiró al agua caliente. Mi mamá ya no estaba, pero sí todavía estaba Borges, diciendo que si él iba preso iba matar a toda nuestra familia”.
La fiscal destacó también lo expresado por el médico que habló ante el Tribunal. Las lesiones que sufrió el niño fueron muy graves al punto de poner en riesgo su vida. Sobre esto citó lo expresado por el profesional, acerca de que las quemaduras sólo se explican por la introducción del chico al elemento en ebullición. Como prueba de esto, mencionó que no le afectó los pies dado que prácticamente entró de cabeza, luego que Borges lo tomara de la remera para subirlo dentro de la olla.
En su argumentación, contó además que los hermanos quedaron emocionalmente muy alterados. “Apenas vieron al patrullero que fue a llevar la citación para que declare en juicio la madre, se les vino a la cabeza Borges y se desesperaron porque no quieren saber nada de él. No quedan dudas que ese día Borges quiso matar a su concubina. No pudo hacerlo porque la amiga señora lo evitó”.
Para cerrar, remarcó que lo dicho por la esposa en la audiencia era totalmente disímil a lo expresado por ella anteriormente. “Eso demuestra indudablemente que quiso favorecer a quien por siete años fue su concubino”. Por todo ello pidió 18 años de prisión para el acusado.
“No hubo intento de homicidio”
En tanto, el defensor oficial, Rolando Godoy, pidió la absolución del acusado y para ello esgrimió que “¿cómo se explicaría entonces que supuestamente después de haber intentado matar a su concubina, ella lo fuera a visitar tantas veces a la cárcel?”.
Por otra parte basó sus fundamentos en lo expresado por la mujer de Borges, acerca de que había sido un accidente lo que ocurrió con el tacho de agua y el niño.
Sentencia
Pasado el mediodía y tras retirarse a deliberar, los magistrados Francisco Aguirre, José Pablo Rivero y Lila Avendaño resolvieron: “condenar a Juan Ademar Borges a la pena de 18 años de prisión al encontrarlo penalmente responsable de los delitos de homicidio agravado por la relación de pareja en grado de tentativa, homicidio simple en grado de tentativa y amenazas, en concurso real”. Los fundamentos serán leídos el 30 de mayo.