Referentes de la Comisión Nacional de Energía Atómica estarán el próximo miércoles 22 y jueves 23 en esta ciudad para inspeccionar la instalación del primer acelerador lineal para radioterapia externa (o como lo llama la mayoría de las personas, “el aparato de rayos”) en el Instituto Misionero del Cáncer (IMC), en el Parque de la Salud, y si todo está perfecto, a partir de junio se habilitará el funcionamiento del equipo.
“Ya nos aprobaron la carpeta técnica, ahora falta la constatación in situ de los aprobado; además verifican que no haya pérdida de radiación y a partir de ahí elaboran un acta previo al certificado habilitante que nos entregarían en unos días”.
Aunque todavía falta este último paso para que el hospital puede tratar a sus pacientes con radioterapia sin tener que derivarlos al sector privado, como ocurre en la actualidad, el director del IMC, el médico oncólogo Ángel D’Annunzio, no pudo evitar mostrar ayer su entusiasmo.
Hace más de un año y medio que inició el proceso de instalación de este equipo de radioterapia, uno de los más actualizados del país, que permitirá llegar con mayor eficacia a las células cancerígenas.
Según explicó el especialista, este equipo impactará sobre el tratamiento con dos grandes ventajas: tiene mayor efectividad y menor toxicidad. Es decir, apunta mejor al tumor y daña menos a los órganos vecinos. La precisión tecnológica ahorra toxicidad y aumenta la efectividad.
“Dependiendo del tipo y avance del cáncer, hay tratamientos que son paliativos y otros con espíritu curativo; por lo que permite que el paciente que no tiene cura lleve mejor su tratamiento sino también permitirá aumentar la tasa de curación”, aseveró.
Este acelerador lineal para radioterapia externa es de origen norteamericano y costó 600.000 dólares (es decir unos 27 millones de pesos); permitirá al hospital Madariaga tener uno de los equipos de radioterapia más actualizados del país.
“Decidimos no tercerizarla instalación”
Según confió el oncólogo, la compra, el traslado de Estados Unidos al país, el montaje y la instalación del equipo fue un gran desafío porque la provincia decidió no tercerizar el proceso en la empresa BIP que instaló el 90% de los equipos de radioterapia de toda América.
“La instalación y puesta en marcha la hicimos nosotros con recurso humano propio del Parque de la Salud y por supuesto contratamos asesores y especialistas altamente calificados, entre ellos físicos del Centro de Medicina Nuclear de Entre Ríos, además de los técnicos radiólogos que ya se entrenaron durante enero y febrero para operar con este equipo. Este proyecto es genuinamente de nuestra provincia, así lo quisimos porque la otra opción era mucho más costosa y porque terminábamos sólo siendo accionistas y no dueños completos de la situación. Por eso, esto es nuestro mayor orgullo”, destacó D’Annunzio.
PRIMERA EDICION visitó por primera vez el IMC en octubre de 2017 y volvió a recorrer sus instalaciones ayer. Hace un año y medio atrás, el búnker de radioterapia ya estaba terminado -al igual que toda la obra civil del Instituto- y se podía apreciar sus paredes de un metro de espesor. Pero aún no tenía la puerta de casi un millón de pesos que mandaron a construir especialmente a España, con materiales aislantes especiales para que no pase la radiación.