Según supo NA de fuentes cercanas a la organización, habrá dos grupos de seis equipos que jugarán en cada país organizador, pero a partir de cuartos de final, todos los encuentros se disputarían en estadios argentinos.
Este proyecto se someterá a votación de los miembros del Congreso de Conmebol que se realizará el martes 9 en Río de Janeiro, al cual asistirá el presidente de AFA, Claudio “Chiqui” Tapia.
¿Cómo será cada grupo?
Siempre y cuando sea elegida esta propuesta, no será necesario que se haga un sorteo, tal como ocurriera para la edición 2019 que se disputará en Brasil.
Es que la intención es que los grupos sean elegidos en base a la respectiva cercanía de los países para garantizar que haya buena asistencia de público.
De esta manera, Colombia tendría a Brasil, Ecuador, Perú, Venezuela y un invitado a definir, mientras que Argentina compartiría la zona con Uruguay, Chile, Paraguay, Bolivia y el otro invitado, también por conocerse.
Los primeros cuatro de cada grupos clasificarán a los cuartos de final, que al igual que las semis y la final se jugarían en territorio argentino.
Con este escenario, los dos países organizadores una vez que reciban la votación favorable comenzarán a elegir las ciudades y los respectivos estadios en los que se desarrollarán los encuentros.
Fuente: Agencia de Noticias NA