En solidaridad, se impulsa una rifa para ayudar a comprar los elementos que van dentro.
Una rifa para comprar elementos de estudio y la confección de las mochilas como parte de las actividades aúlicas de taller son las respuestas que idearon estudiantes de cursos superiores de la EPET 39 de esta ciudad para ayudar a sus compañeros.
“Aunque algunos han tenido la posibilidad de comprarlas, la verdad es que la gran mayoría no tiene. Si bien ahora el Gobierno provincial comenzó la entrega de las mochilas que no se dieron el año pasado, esas son para los chicos de segundo, nos faltan para los chicos que están ingresando”, señaló a PRIMERA EDICIÓN el director de la EPET 39, Sergio Vallejos.
Entre segundo año y primero el grupo es de casi 100 alumnos (98) en total y sólo cerca de 30 tienen tablero. El desafío es hacer los casi 70 que faltan.
A través del centro de estudiantes ya está en marcha la rifa. El primer premio es una parrilla que fue confeccionada y armada por ellos mismos en los talleres de la escuela para abaratar costos.
También se están terminando de armar los cartones con la colaboración de los profesores.
La idea que impulsó la rifa es conseguir fondos para costear las placas de madera para confeccionar los tableros. “Como no tenemos en la escuela la suficiente cantidad de herramientas para hacer éste tipo de trabajo, estamos reformando lo que tenemos para hacer posible nuestro proyecto”, explicó Vallejos.
Todavía sin edificio escolar
Los alumnos de la EPET 39, por otra parte, continúan dando clases en el SUM de la Municipalidad de El Soberbio, ya que todavía no cuentan con edificio propio. Por ese motivo, los talleres donde los chicos dan clases son muy precarios y tienen necesidades diversas, las cuales, si bien están enfrentando como pueden, también tienen el gesto de confeccionar las mochilas para sus compañero.
De hecho, y con ese mismo objetivo, en la escuela implementaron una caja donde se acopian elementos de trabajo para alumnos de cursos inferiores y quien quiere puede buscar alguno de los útiles que le haga falta.
“Tenemos un grupo de alumnos muy comprometido, lo cual nos incentiva como docentes al percibir el sentido de pertenencia y de solidaridad que tienen con sus compañeros”, indicó el director.
Con dificultades
Recién a principios de marzo, la Provincia pudo comenzar la entrega de las mochilas técnicas que no se habían podido entregar a sus destinatarios el año pasado. La demora respondió a un inconveniente para la adquisición referido a la concesión. No obstante, el panorama no es muy bueno para continuar con esa política de inclusión, ya que las mochilas se compran con fondos de la Nación, que este año envió mucho menos presupuesto para ello.
Por cada mochila, el costo aproximado que tiene cada padre supera los 3.000 pesos. Atendiendo al contexto económico del país y a que las mochilas ya no llegarán a través del Estado, los chicos se propusieron ayudarse entre sí.