Al mismo tiempo, remarcaron que en casos de sospecha se debe dar aviso urgente al Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) o pedir la atención veterinaria más cercana. Justamente desde SENASA recordaron que no se debe manipular animales con signos de estar enfermos o muertos, no quemar los cadáveres debido a que eso provoca la diseminación de esporas y el contagio por vía aerógena, y evitar consumir productos cárnicos que no sean provenientes de frigoríficos o mataderos habilitados y fiscalizados por personal veterinario.
La enfermedad infecciosa y contagiosa, producida por una bacteria que padecen los animales, en especial el ganado bovino y ovino, y que puede ser transmitida al hombre, es reconocida por su relación con el ántrax.
Ante esto, el veterinario Jorge Truquin, entrevistado por la Agencia de Noticias Guacurarí, remarcó que se registró “una denuncia puntual por un caso en Santa María, tras la muerte de dos animales, el ganadero tocó al animal porque no sabía qué enfermedad podía ser. Luego se le avisó que podría ser carbunco bacteriano. Se llamó al SENASA y ahora se está estudiando el caso mediante extracción de sangre”. En tanto que “también se dio un caso en Mojón Grande que se confirmó que fue por carbunco”, afirmó.
El humano puede infectarse por la consumición de carne de animales enfermos, inhalación de esporas dispersas en el medio ambiente, o por penetración de estos a través de heridas en la piel.
“Esta enfermedad puede pasarse a otras personas y transmitirse en un círculo que no se cierra nunca. El carbunco afecta a otros animales y también a las personas. Es una de las enfermedades más graves, es muy antigua”, indicó Truquin y añadió: “En caso de contacto con el animal enfermo, lo primero es ir al médico, lavarse bien las manos y tomar antibióticos”.
Como métodos de prevención aconsejan usar siempre guantes durante las tareas en el campo y no compartir los cuchillos que se emplean para los trabajos con los animales y en la casa.
Los profesionales también señalaron que el signo clínico característico que presentan los animales ante la enfermedad consiste en la salida de sangre por los orificios naturales. Con la sangre se eliminan las esporas que quedan en el suelo y luego son ingeridos por otros rumiantes al alimentarse.
Por ello, el veterinario recordó que la bacteria “aparece principalmente cuando comienza a faltar pasto en el potrero, el animal baja mucho la captación de pasto e incorpora tierra cuando come, y esa bacteria está en el suelo. Por eso los casos de enfermedad surgen sobre todo entre marzo y abril, también septiembre y octubre, cuando los campos están con mucha tierra”.