
Desde hace un tiempo las redes sociales son usadas para comercializar distintos tipos de artículos. Es por ello que la venta online es un segmento que va en crecimiento y no se detiene, a comparación de la comercialización física que fue sufriendo caídas a lo largo de los últimos meses.
Incluso, cada vez son más los que se vuelcan a dicha opción de comercio, ya que lo toman como una alternativa para hacer frente a la situación económica del país. Además, su facilidad en la forma de oferta permite que la comercialización se realice en el momento libre y el tipo de negocio permite captar todo tipo de cliente, sin importar la edad.
Según indica un informe realizado desde el sector comercial, las ventas en línea registraron un aumento del 6,1 por ciento y se trata de una modalidad de oferta que no registró descensos en el último tiempo. En tanto, la comercialización en locales físicos se redujo el último mes un 14 por ciento.
En las páginas de Facebook, Instagram o en los grupos de Whatsapp se puede encontrar ofertas de todos tipos, que van desde verduras y alimentos, indumentarias, zapatillas, artículos escolares, de computación, bazar, electrónica, bijouterie, entre otras tantas.
Un ejemplo de ello, es el proyecto que nació con la idea de sumar un nuevo ingreso a la economía familiar. Se trata del emprendimiento ‘De la huerta a la casa’, que ofrece un servicio de delivery verduras a través de Whatsapp e Instragram. La idea es llevada adelante por una pareja.
Ambos integrantes son profesionales y cuentan con trabajos estables, pero vieron la necesidad de sumar actividad complementaria para hacer frente a los golpes que reciben sus bolsillos por los aumentos en los servicios y la canasta básica. “Siempre quisimos hacer algo juntos y ahora, motivados por el contexto de inestabilidad que hay en el país y en la región, empezamos a trabajar en el emprendimiento”, contaron los protagonistas ‘De la huerta a la casa’ a PRIMERA EDICIÓN.
En lo que refiere a la mercadería que ofrecen, relataron que “tenemos un chacra familiar y las cosas que no producimos, tratamos de comprarles a los productores locales. Los clientes ven el compromiso y la calidad de las verduras que ofrecemos y quedan satisfechos”.
Otro ejemplo de la venta online, es el de dos hermanas que cursan profesorado de Inglés, quienes vieron la necesidad de rebuscar una alternativa económica para afrontar los gastos del día a día y del estudio.
Las jóvenes a través de las redes sociales y las páginas de ventas comercializan artículos de electrónica, computación, indumentaria, elementos deportivos, mochilas, pizarrones, entre otros.
“Al principio vendíamos cosas usadas, pero que estaban en buen estado; fue ahí cuando nos dimos cuenta la necesidad de los clientes porque nos pedían cosas que no teníamos. Entonces analizamos la posibilidad de comprar por correo y venderlas a buen precio”, expusieron a este Diario.
Deslizaron que “las redes que se eligen para publicar son Facebook e Instagram, se optan por estas dos porque en la primera tiene un público de entre 30 y 60 años y, la segunda es más usada por los jóvenes; entonces ahí abarcamos todas las edades. También, se cargan las ofertas en páginas reconocidas, pero ahí están los regateadores que siempre quieren que se les baje el precio”.
Con la intención de sumar más clientes, las jóvenes manifestaron que permiten abonar por varias formas, como ser al contado o con tarjetas de crédito y débito. En relación a los artículos ofrecidos, expusieron que se adquieren desde Buenos Aires o Córdoba.
Competencia desleal
Desde la Cámara de Comercio de Posadas consideran que las ventas online son una tendencia que se está imponiendo y es una herramienta que funciona bien. No obstante, reconocen que se trata de una competencia desleal, ya que dichos vendedores no pagan impuestos.
Carlos María Beigbeder, presidente de la entidad, dijo a PRIMERA EDICIÓN que “es un espacio usado para ofrecer bienes más durables y no tanto lo instantáneo. Eso se debe al tiempo de espera en las entregas”.
En cuanto a las ventas por los grupos de las redes sociales, aseguró que “hay costos que los comerciantes tienen y que deben afrontar”, no así quienes solo comercializan por internet y no cuentan con locales.
A la vez, subrayó que “esto es un problema de la informalidad. Y el Gobierno en vez de apoyarnos para que los negocios sean más rentables y competitivos, hace todo lo contrario. Cada vez hay más impuestos y regulaciones”.