Fue en París, una de las ciudades más influyentes de la moda por excelencia, donde el modelo protagonizó una campaña mundial para Dior Homme, dirigida por el mítico Lagerfeld.
El rubio, de mirada segura, se destacó por su personalidad transgresora, su actitud extrovertida y principalmente por su estilo, claramente influenciado por la Capoeira, una de sus pasiones.
Para Sixto, quien creció en Puerto Iguazú, la experiencia marcó un antes y un después en su carrera. Porque “automáticamente entrás a un ranking de modelos importantes con una de las mejores campañas. Recuerdo que todos los chicos querían estar ahí”.
La charla con el modelo, vía WhatsApp, transcurre en los días previos a su viaje a Asia. Luego regresará a Misiones donde pretende realizar un evento que convocará a modelos, fotógrafos y agencias de San Pablo, París, Milán y Nueva York, adelantó a Revista SextoSentido. La idea es “traer la experiencia a la provincia y en eso estamos trabajando”.
Sixto creció en la Triple Frontera, rodeado del verde selva, escenario que lo motivó a la hora de practicar deportes extremos, como Longboard, una de sus tantas preferencias porque además le encanta “ la gimnasia, el surf y las actividades al aire libre y eso lo saqué de mi abuelo que era remero olimpista y profesor de educación física”.
Su formación transcurrió en un colegio de arte. Y esto tampoco fue al azar, su abuela era pianista.
Y si bien asegura que jamás imaginó que “sería modelo”, sabe que en algún momento y de alguna forma “lo atraje. No fue intencional”.
Todo comenzó cuando tenía 18 años y se mudó a Córdoba para estudiar el Profesorado de Educación Física.
Casi por casualidad, que es otra manera que tiene el destino de marcarte un camino, lo descubrieron. “Estaba en un bar cuando una chica se acercó y me preguntó si trabajaba como modelo. Le dije: ‘no’, porque pensaba que no tenía el perfil. Intercambiamos contactos y después de un mes me comuniqué con ella”.
Todavía sorprendido. Sixto envió algunas fotografías y en cuestión de minutos recibió una respuesta: “Me dijeron que les interesaba mi perfil y realizarían un casting muy grande en toda la Argentina”.
Hasta ese momento, no lo sabía pero él caminaría por las pasarelas más importantes del mundo.
“Me dijeron que me pagaban los pasajes y la estadía en Buenos Aires, me decidí y viajé. Yo no tenía idea sobre el mundo de la moda”.
En la audición conoció a Picky Courtois, director creativo de Civiles y al diseñador Kris Van Assche. “Me acuerdo que ellos tenían un traje y un pantalón chupin y yo nunca me había puesto un chupín. Me puse el traje y me quedó muy bien, ellos mostraron mucho énfasis conmigo. Ese fue el primer contacto con el mundo de la moda”.
Un mes después, estaba en París trabajando para Dior. El primer desfile tenía como temática el Tango y la Capoeira. Fue como si la suerte estuviera del lado de Sixto “y empecé a tener muy buena onda con esta gente. Me salieron más trabajos y me fui quedando en París”.
La profesión de modelo lo llevó a recorrer gran parte del mundo “y ver las distintas perspectivas, es lo que más me gusta”.
Su rostro fue portada de Vogue París, D-Mode, W Magazine, Elle Magazine entre otras reconocidas Revistas de Moda.
Y si bien las propuestas laborales lo siguen llevando a las principales capitales de la Moda, él apuesta a Misiones, donde reside y dicta clases de Capoeira en la escuela Tótem de la Esperanza, en Puerto Iguazú.
“Fue una hermosa experiencia ser fotografiado por Karl Lagerfeld, recuerdo que fuimos a su estudio, un lugar enorme con dos pisos de fotografías de todas partes del mundo. Había bar y restaurante, compartimos un poco de arte. El enfoque que puso en la campaña para Dior y cómo nos hizo hacer las fotos fue muy peculiar. Representó un antes y un después en mi carrera como modelo”.
No conocía nada del mundo de la moda y de repente estaba trabajando para una de las mejores agencias de París: Bananas Models. Recuerdo que me enseñó a caminar Kris Van Assche, diseñador belga, en ese momento al frente de Dior Homme.
Otra de las pasiones de Batista es el longboard, un deporte similar al surf pero sobre el asfalto, para practicarlo es necesario usar un casco. En nuestro país es un fenómeno que avanza con fuerza.
Por Susana Breska Sisterna