“Trabajamos como podemos y así estamos hace años. La comunidad tiene un cuadro de apatía de lo que digan los funcionarios y esto es una deuda del Estado con la comunidad. No es un capricho, el tema es que no tenemos escuela. Lo que la comunidad quiere es que comiencen esas obras para finalizarlas y así tener una escuela”, explicó González.
Aunque la construcción comenzó en el sector planificado para el nivel inicial y los avances son importantes, los demás sectores de la infraestructura se encuentran sin movimiento en el predio ubicado en el barrio Ignacio Abiarú.
Desde el 2015 los alumnos y docentes se trasladaron al edificio de la Escuela 615 Mariano Moreno ubicada en el centro comercial e histórico de la ciudad, lo que derivó en la pérdida de muchos alumnos cuyos padres decidieron la continuidad en otras escuelas.
“No pude enviar más a mi hija a la 746 porque la distancia es otra y me queda muy mal para llevarla y buscarla. Vivimos en el barrio Los Trabajadores y antes la escuela me quedaba bien, a pocas cuadras, pero ahora nos queda más lejos y es otro gasto”, explicó Ignacio, padre de una estudiante.
En ese sentido, la directora González estimó que la construcción de la escuela es necesaria para descomprimir la matrícula de los establecimientos.
Actualmente la 746 tiene una matrícula de casi 300 alumnos, aunque eran más de 500 los estudiantes que concurrían cuando funcionaba en el antiguo edificio donde actualmente se encuentra la obra en construcción.