En estos tiempos de crisis, la gente busca la forma de proveer y satisfacer las necesidades del hogar. Una actividad que ayude a la economía familiar.
Tal es el caso de Leonardo, un misionero que regresó a la provincia para pasar las fiestas con su madre, junto a su esposa y sus tres hijos, y decidieron quedarse a trabajar con su emprendimiento de carpintería.
“Soy de acá, pero me fui por muchos años, el año pasado decidimos con mi esposa y mis hijos venir a pasar las fiestas con mi mamá y decidimos quedarnos a ver cómo nos va con el emprendimiento”, contó a PRIMERA EDICIÓN, en un descanso de su caminata hacia los barrios del acceso Sur para ofrecer sus mesas y butacas de madera que él mismo realiza.
Los resultados no siempre se ven rápido, pero Leonardo afirma que “se vende bastante bien. Yo camino mucho, voy por muchos barrios.Elijo uno y después cargo mi carro y voy, las distancias son bastantes, pero bueno, se vende y esta es la forma de subsistencia de mi familia. Tuve un percance con mi auto y no lo puedo mover, por eso ando a pie con mi carrito, eso tampoco me permite llevar mucha mercadería, pero siempre le veo el lado positivo, mientras pueda vender algunas mesas y butacas”, dice.
Contó también que aprendió el oficio de la carpintería con un pastor en Corrientes “me encontró en la calle y comenzó a hablarme de lo podía aprender. Me invitó a su casa y me enseñó cómo hacer estas cosas en madera. Para mí fue un nuevo comienzo. Ahora me gano la vida y mantengo a mi familia con este oficio”, indicó.