Los gobernadores enfrentan un escenario de difícil manejo, entre la obligación de que no se dispare el gasto salarial y los planteos de recomposición que, en algunos distritos, derivan en reclamos de subas de hasta el 50%, como en Chaco.
El mendocino radical Alfredo Cornejo selló a fin de 2018 un temprano entendimiento 2019 con los maestros, con un incremento mensual automático según el índice de inflación provincial.
En 2018, en tanto, también Alberto Weretilneck (Juntos Somos Río Negro) cerró un acuerdo con los maestros, del 15% escalonado para este primer semestre. El lunes volverán a reunirse y adelantarían los tramos.
A principios de año, también se anticipó Hugo Passalacqua con subas para docentes y estatales del 11,5% en enero y en febrero, y una mesa de diálogo permanente para monitorear la economía.
Días atrás, por su parte, quien cerró el acuerdo con el sector fue el neuquino Omar Gutiérrez (MPN), con una actualización automática en forma trimestral, en función a los índices de inflación del INDEC y de las provincias de Córdoba y Neuquén. Ya lo había hecho antes con los empleados públicos, para espantar medidas de fuerza en la antesala de los comicios del 10 de marzo, en los que buscará su reelección.
En el resto de las provincias, en tanto, avanza la grilla de negociaciones paritarias con los Ejecutivos, marcadas por el duro impacto de la inflación récord del 47,6%, de 2018.
Ese lastre, en los hechos, dilata hoy los entendimientos en distritos clave como la provincia de Buenos Aires, ante el reclamo de que las ofertas 2019 incluyan una propuesta de recomposición por los puntos porcentuales perdidos el año pasado ante la disparada de los precios.
El otro planteo que se repite en la mayor parte de las provincias es el de la aplicación de la cláusula gatillo. La herramienta ya forma parte de las propuestas de un nutrido número de gobernaciones, pero en aquellas donde no aparece se vuelve un escollo, hasta el momento, insalvable.
Fuente: misionesopina.com