Helechos arborescentes, tucanes, monos, insectos, flores y maderas nobles conviven bajo galerías vegetales a lo largo del Parque Provincial Cruce Caballero, a sólo treinta kilómetros de San Pedro, a la altura del kilómetro 1065 de la ruta nacional 14.
Más de 400 hectáreas preservan una porción de monte nativo desde 1991, con helechos arborescentes de hasta cinco metros de altura y, sobre ellos, las araucarias de un porte difícil de imaginar, que pueden observarse desde dos senderos de interpretación. Claro que no faltan cedros, cancharanas, inciensos, anchicos, cañas fístolas y de laureles.
A pesar de la escasa superficie, se detectaron en el parque rastros de felinos chicos, como gato onza, gato tirica o yaguarundí. También hay pecarí, ciervo y venado pardo, además de liebres, agutíes y comadrejas.
No faltan tataopás, pájaros carpinteros, yacutingas, catitas, pavas de monte, las cinco especies argentinas de tucanes, loros pecho vinoso y coluditos de los pinos, que sólo vive en las araucarias.
Las condiciones del ecosistema crean un ambiente favorable para la proliferación de mariposas, entre las cuales se identificaron más de medio centenar de variedades, como porá (Morpho helenor), alas sangrantes (Biblis hyperia), ochenta y ocho (Diaethria clymena) y terciopelo manchado (Catonephele numilia).
Verano es la mejor época para visitar el parque, pues aunque es blanco de los típicos chaparrones estivales, son pasajeros. En invierno el paisaje no es muy distinto, pues son pocos los árboles que deshojan en otoño.
El Parque Provincial Cruce Caballero no cuenta con infraestructura, pero es ideal para pasar un buen momento, que se complementa con la calidez que ofrece San Pedro, una ciudad preparada para recibir al turista con una interesante oferta en alojamientos que incluye hoteles, cabañas y camping.