Lo bueno aparece de tanto en tanto y nos alegra para que mantengamos las esperanzas que todo irá acomodándose, lenta y progresivamente, aunque los escépticos digan lo contrario. Y que, a pesar de los problemas que sacuden nuestra economía, se sigan exportando productos y se realicen obras importantes, eso ya es algo y nos muestra que el pais se mueve.
Lo malo es que no disminuyen los porcentajes de los impuestos que deben tributar los empresarios, tampoco los ingresos que superan mensualmente los $ 100.000, importe que puede alcanzarle a cualquier funcionario para vivir sin sobresaltos.
También los injustificados aumentos de precio de los productos alimenticios especialmente y cuyos irresponsables se burlan de los consumidores siendo esto un abuso. Pero la democracia permite muchas cosas que desacomodan el presupuesto y, entre esos, figuran los miles de exageradas remuneraciones que Juan y María Pueblo desconocen obviamente.
Dentro de lo malo, también hay que decirlo, siempre hubo mala administración y gastos superfluos o innecesarios, pues entonces no hay presupuesto que sirva y aguante durante un año previamente proyectado.
Y lo feo son los “impresentables” que se la pasan opinando abiertamente sin importarle lo que dicen y sin tener en cuenta que la sociedad argentina los conoce, por su lamentable pasado que los llevó a los estrados judiciales por actuaciones ilícitas; sin embargo siguen como si nada aprovechando la falta de severidad de la justicia que debería ser más rápida y decidida.
A pesar de todos los desórdenes a nivel mundial, Argentina tiene de “bueno” que no sufre guerras ni calamidades, sólo algunos contratiempos que nos dejan vivir en orden y en paz.
Lo “malo” está en nuestra sociedad, por la gente mal intencionada y que no quiere ser responsable y no respeta a los demás; de los agoreros que actúan como si tuvieran la verdad en sus dichos; de los deshonestos en su función privada o pública; de los que buscan generar problemas todo el tiempo y se olvidan que cobran un sueldo pagado por todos los argentinos, sin demostrar buenas acciones y que se dedican a trabajar por el pais.
Y lo “feo” está sucediendo con el cambio climático que si no se lo tiene en cuenta, podría traernos muchos dolores de cabeza a futuro.
El día que la mayoría entienda que vivimos en uno de los mejores paises del mundo, Argentina brindará el bienestar a cada uno.
Ernesto Doedderer
Posadas (Misiones)