Los quilmeños empezaron el encuentro a todo vapor, con un parcial de 10-0, pero al término del primer cuarto el marcador estaba igualado en 25 tantos.
Lo mismo ocurrió en el segundo, que finalizó 27 iguales, mientras que Peñarol se llevó el tercero por 16-15 y el cuarto parcial fue invertido en ese mismo tanteador, pero a favor de Quilmes. Esos guarismos marcaron la paridad y la emotividad del clásico jugado en el estadio Islas Malvinas, donde el perdedor hizo las veces de local.
Y con el encuentro empatado en 83 se fueron a los cinco minutos suplementarios, lapso en el que todo siguió siendo tan parejo que volvieron a igualar en 94, hasta que Peñarol se terminó quedando con todo por apenas cuatro tantos, para desatar la algarabía de su siempre bulliciosa parcialidad.
Los quilmeños tuvieron en Lucas Ortíz a su gran figura y máximo anotador del partido, con 38 puntos anotados en los 31 minutos que permaneció sobre el parquet.
En tanto que en Corrientes el primer cuarto finalizó igualado en 20 puntos y el tercero lo ganó San Martín por un parcial de 19 a 18.
Esos fueron los dos tramos del partido jugado en cancha del vencedor que tuvieron un desarrollo equilibrado, pero en el segundo y el último segmento fue cuando el dueño de casa marcó la distancia con los de la localidad correntina de Mercedes a partir de sendas diferencias de 18-13 y 20-10, respectivamente.
Pero la nota más saliente del clásico correntino la dio el alero de San Martín, el panameño Michael Hicks Taylor, quien con 42 años se convirtió en el goleador del partido con 19 puntos convertidos durante la media hora que permaneció sobre el rectángulo de juego.
Fuente: Agencia de Noticias Télam